Verano es sinónimo de playa... y ésta lo es también del sol, toalla, bronceador, chiringuitos y arena, mucha arena. Aunque se trata de una de las características propias de la playa, su arena es para muchos un problema. Hay quien la considera molesta y no soporta ir todo el día lleno de arena sin pasar antes por una liberadora ducha.

Sin embargo, en verano (y más aún este año en el que la sequía ha obligado a cerrar el grifo y limitar el uso de duchas y lavapiés) no siempre tenemos a mano una ducha limpiadora ni tan siquiera una poco de agua para acabar con la arena más resistente.

Aunque siempre queda la opción de frotar con la toalla hasta acabar con ella, lo cierto es que si la toalla ha estado sobre la arena tampoco será una gran aliada para limpiarnos. Es en este caso donde entran en juego algunos trucos para acabar con la arena sin morir en el intento.

La solución definitiva para quitarte la arena

Si eres de los que piensa que llevarse una botella de agua del grifo desde casa para limpiarse los pies o las piernas es quizá demasiado.... o prefiere una limpieza en seco quizá este truco es para ti.

Solo necesitas una esponja de ducha. Puede ser reutilizada o nueva pero tiene que estar completamente seca.

Aunque pueda parecer absurdo lo cierto es que el uso de una esponja en la playa es sencillamente eficaz. Su textura permite quitar de una pasada y sin fricción ni molestia la arena de la piel y sin tener que recurrir al agua ni crear por tanto una superficie húmeda sobre la que pueda volver a pegarse la arena.