Los fogones valencianos lloran el adiós de una de una de sus grandes figuras. La cocinera y fundadora del grupo La Sucursal, Loles Salvador, fallecía ayer a causa de un accidente cardiovascular sufrido el pasado domingo en su casa del Rincón de Ademuz, donde se encontraba acompañada de varios de sus hijos. El velatorio se abrirá hoy, a partir de las 17 horas, en el tanatorio municipal de València. El funeral tendrá lugar mañana (miércoles 28 de julio) a las 10.15 y posteriormente será incinerada.

La estrella de Salvador, una pionera y referente de la cocina valenciana durante las últimas tres décadas, se apagó con una trayectoria como pocas. De llevar la cocina del polideportivo de Catarroja, una primera época que como ella misma reconocía en una entrevista concedida a Levante-EMV con motivo del Premio Levante-EMV Prensa Ibérica de Sociedad 2018 que recibió por su amplia trayectoria junto a su familia, resultó «maravillosa», la mujer que decidió hacerse cocinera «por el género que veía en el Mercado Central» logró un hito para la historia. Tras tener la oportunidad ser la chef del restaurante Ma Cuina en 1981 -un momento que en sus propias palabras «revolucionó la cocina en València»- obtuvo la primera estrella Michelin del ‘Cap i Casal’. Era la consagración de una mujer pionera, la primera en trabajar como cocinera profesional en la ciudad.

Pero su trayectoria aún seguiría brillando más y más. Con sus vástagos, aquellos que habían crecido «felices en la caseta de polos que teníamos», como mejor arropo, Loles Salvador tuvo la oportunidad de montar su propio restaurante y abrió La sal en la calle Conde Altea. Allí se desarrolló una cocina de fusión en la que se combinaba lo actual con lo clásico, siempre con el sello valenciano que la caracterizó.

Tras la etapa de La Sal, la familia montó en 1995 La Sucursal en Navarro Reverter, un restaurante de éxito brutal en el que se congregaban desde premios Nobel a los integrantes del Valencia CF, consagrándose como un emblema de la cocina mediterránea.

Después fue el turno de otra mudanza, al IVAM. Allí la familia recibió su primera estrella Michelín. Tras esa llegó la aventura del Vertical y la triple apuesta gastronómica que ofrece en la actualidad en el Veles i Vents. Todos ellos fueron la culminación de una carrera hecha desde y para la cocina valenciana, la misma que Loles Salvador nunca dejó.