¿Tienes un fin de semana libre y quieres vivir una experiencia diferente? En la Comunitat Valenciana existe un territorio que ofrece todo tipo de propuestas turísticas ¡y a menos de una hora de València!. 

En Tierra Bobal, el abrazo entre el bosque y el viñedo comunica al viajero con la riqueza diferencial de esta comarca, un patrimonio cultural vitivinícola de más de 2.500 años y una riqueza natural que la convierte en el corazón verde de la provincia de Valencia

Allí, los visitantes pueden disfrutar de un amplio surtido de experiencias turísticas de naturaleza, aventura, enoturismo, gastronomía, turismo cultural o astroturismo en cada uno de los nueve municipios y las 37 aldeas que conforman este sorprendente destino de turismo de interior.

Acompáñanos a descubrir los secretos que esconde a través de un viaje por todos ellos.

Una ruta a través de sus nueve municipios

El viaje por esta región tiene su inicio en Camporrobles, donde encontramos el poblado fortificado en lo alto del cerro El Molón. Esta joya prehistórica fue construida en el siglo VIII a.C por los íberos y, en la actualidad, podemos apreciar en su yacimiento arqueológico los restos de muralla y construcciones, así como una de las mezquitas más antiguas del levante.

Siguiendo en ese viaje por la historia antigua llegamos hasta Caudete de las Fuentes, un pueblo con nombre de manantial donde hace 2.700 años los íberos levantaron la ciudad fortificada de Kelin, que podemos visitar hoy en día; esta visita se puede completar con la colección museográfica Luis García de Fuentes, que muestra objetos, monedas y vasijas encontradas en su excavación.

La tercera parada nos conduce al municipio de Chera, donde encontramos el Parque Natural de Chera-Sot de Chera. Allí, podemos disfrutar de experiencias de naturaleza únicas en el único parque geológico de la Comunitat Valenciana, con itinerarios y puntos de observación que muestran los plegamientos, las fracturas y las formaciones geológicas que se han depositado en los últimos 150 millones de años en la Cordillera Ibérica.

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Sot de Chera, riqueza natural

Siguiendo la Sierra de la Bicuerca por un mar de almendros llegaremos hasta Fuenterrobles, donde descubriremos una población de raíces íberas o romanas fundada a orillas de un manantial en el que destacan como sus principales atractivos turísticos su lavadero público (que es visitable) y sus Chopos del Regajo, que son los más antiguos de la Comunitat Valenciana. Además, los amantes del deporte pueden disfrutar con sus rutas de BTT y senderismo alrededor del entorno de la Bicuerca y la torre del Telégrafo.

El ecuador del viaje nos lleva a la villa medieval de Requena, donde confluyen vestigios musulmanes, cristianos y judíos. La mejor opción de conocer la historia de su ciudad es perderse por sus barrios, entre los que destacan el barrio de la Villa, que alberga el casco antiguo de la ciudad y en el que podemos encontrar los bellos templos góticos de Santa María y San Salvador, la iglesia de San Nicolás, la Torre del Homenaje, la entrada a la red de cuevas y túneles que avanzan bajo calles, plazas y casas bajo la plaza de Albornoz y el Castillo, ubicado en el punto más alto; el barrio de las Peñas, el segundo más antiguo de Requena y formado tras la conquista castellana; y el Arrabal del Carmen, que acogió a la población judía desplazada del casco antiguo.

Cuevas subterráneas en la villa medieval de Requena. ED

En la frontera de la Comunitat Valenciana encontramos Sinarcas, donde confluyen las provincias Valencia, Teruel y Cuenca. Poblado desde tiempos de los íberos, en él encontramos el Ecomuseo del Hábitat Rural, desde donde parten senderos para explorar un entorno natural privilegiado con varios espacios protegidos. 

Desde allí nos dirigiremos a Utiel. Bajo las estrechas callejuelas de su casco histórico medieval nos adentraremos en una ciudad subterránea de túneles y bodegas. A continuación, descubriremos el patrimonio cultural en varios museos, como el Museo de la Miel y la Cera, donde vemos una singular prensa utilizada para extraer la miel y la cera de los panales; el Museo Municipal en la Casa Alamanzón, con restos arqueológicos que abarcan desde el Neolítico hasta la Edad Media; y el Museo de la Vid y el Vino, ubicado frente a la estación de tren, que posibilitó el despegue económico de la población en el siglo XX. Por último, la Sierra del Negrete, con el monasterio de Nuestra Señora del Remedio y sus numerosos senderos, nos adentra en esa naturaleza propia de Tierra Bobal. 

Viñedos en Utiel. ED

El tramo final de la ruta nos lleva a Venta del Moro, un municipio integrado en la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel que, junto a Caudete de las Fuentes, Requena y Villargordo del Cabriel, nos ofrece paisajes absolutamente cautivadores gracias a las aguas frías y cristalinas del río Cabriel, que son perfectas para la práctica de deportes acuáticos como el rafting. Para completar la experiencia, el entorno cuenta con senderos ideales para caminar o para ir en bicicleta que atraviesan el Parque Natural de las Hoces del Cabriel.

Por último, nuestro viaje a través de los nueve municipios de la región termina en Villargordo del Cabriel, otro lugar privilegiado para el senderismo y las rutas en bicicleta que nos acercan a conocer espacios tan interesantes como las trincheras de la Guerra Civil, el telégrafo y las salinas. Además, desde el Mirador de la Peña Blanca y el Pico Moluengo podemos apreciamos unas vistas inolvidables que pondrán el broche de oro a nuestro viaje. 

El paisaje de Tierra Bobal define la cultura y el carácter de sus gentes. Así pues, sus 37 aldeas son guardianas de su patrimonio natural y cultural, en el que destacan sus manantiales y fuentes, molinos antiguos y norias, antiguas casas-cueva, caseríos, construcciones modernistas, antiguos lavaderos, azudes sobre el río, iglesias y ermitas, árboles centenarios y carrascales, restos arqueológicos (íberos, romanos o medievales), pozos y salinas.

ED