Noche tras noche cientos de miles de personas se sientan frente al televisor para disfrutar de uno de los programas más anecdóticos de la parrilla: First Dates. El formato de Cuatro reúne a sus invitados, que buscan el amor en una romántica velada, que bien puede ir sobre ruedas, pero que también en muchas ocasiones acaba siendo un verdadero desastre. 

Los espectadores de First Dates están acostumbrados a conocer a través del programa a personajes de lo más pintorescos. A menudo los carácteres de quienes se sientan en la misma mesa para disfrutar de la cita a son demasiado incompatibles. Por otra parte, otra situación que suele darse es que la tensión sexual entre ambos se palpa incluso a través de la pantalla. Sea como sea, siempre se acaban generando situaciones de lo más surrealistas en el plató 'del amor'

"Soy un truhán y eso no les gusta a las mujeres"

María y Nacho han acudido al programa del amor en busca de su media naranja. Ella se define como una persona fría porque "llevo sin besar a mis padres desde que hice la comunión". Tiene 19 años y explica que nunca ha tenido pareja porque todavía no ha "sentido la chispa". Cuando le preguntan sobre su prototipo de chico dice que le gustan con los ojos verdes y pijos. Por otro lado, le gustaría encontrar a un chico familiar que quiera casarse y tener cinco hijos, tal y como ella quiere.

Por su parte, Nacho se define como una persona graciosa, cercana, muy amigo de sus amigos, pero sobre todo amante de las mujeres: "Soy un truhán más que un señor, ninguna mujer ha conseguido cautivarme", afirma. Según le ha contado a María, ha tenido dos relaciones, aunque la primera tan solo duró un mes, algo que para ella no es una relación. Por otra parte, la segunda duró más de un año, y ha vuelto a repetir la frase: "Soy un truhán y eso no les gusta a las mujeres", ha opinado.

Nacho y María en First Dates. Cuatro

Nacho, de derechas porque le gustan "los toros y el flamenco"

Él viene de Jérez y ella de Sevilla, pero ambos veranean en Rota. Antes de que llegara la comida, María le ha contado que estudia en una universidad privada en Bromujos, su pueblo. Nacho le ha preguntado por qué no había estudiado enfermería, y ella le ha contestado que no le llegaba la nota y no quería irse a Cataluña. Él no ha dudado en mostrar su desagrado con los catalanes: "Son de la cofradía del puño", ha opinado. Sin embargo, se ha quedado blanco cuando ella le ha revelado que su madre es catalana. "Menuda patinada he pegado", ha lamentado el andaluz.

María ha querido conocer el prototipo de chica que le gusta a Nacho, y él le ha contestado que "monas, divertidas, y que sean de derechas". De hecho, ha afirmado que es "más de derechas que Rajoy" porque le gustan "los toros, el flamenco" y es de Jérez. Por si fuera poco, considera que "no es compatible ser de izquierdas y buena persona", algo con lo que ella no ha estado del todo de acuerdo porque dice que conoce "a gente de izquierdas a la que no se le nota".

En el reservado les ha tocado hablar del Kamasutra y ninguno sabía lo que era. Buscando en Internet, Nacho no ha tardado en sacar pecho y presumir que había practicado las quince primeras posturas sexuales. Por último, cuando ha llegado el momento de la decisión final, ella ha respondido timidamente con un "sí" a la pregunta de si quería seguir conociendo a Nacho. Sin embargo, él ha dicho que no quiere una segunda cita con la sevillana porque no ha sentido la complicidad que buscaba.