La Mostra de Proava es el hábitat natural de Bodegas Arráez, la firma vitivinícola valenciana que mejor ha sabido acercarse a un perfil de consumidor más joven al que le gusta el vino pero que huye de los convencionalismos asociados a su consumo. Para los Arráez el vino es una bebida divertida, en ocasiones transgresora, vinculada al arte y la cultura y libre de corsés preconcebidos. El alma mater de la bodega, Toni Arráez siempre ha defendido la elaboración de vinos “para beberse la vida”, y buena prueba de ello es su colección de vinos ‘canallas’, que nació hace ya más de una década con el nacimiento del tinto ‘Mala Vida’ un vino que supuso un giro de 180 grados dentro de la bodega familiar y un soplo de aire fresco para un sector, el del vino, que desde ese momento asumió que había otros caminos para llegar al consumidor.

Alrededor de ‘Mala Vida’ la bodega ha diseñado una marca asociada también a la cultura y la música. Arráez ha adaptado en muchas ocasiones sus envases para poder llevar el sello ‘Mala Vida’ a diferentes festivales de la Comunitat Valenciana como el SanSan, el Spring Festival o el FIB. Además se han lanzado otra serie de productos con el sello ‘Mala Vida’, entre los que destacan una colección de cervezas artesanas que también podrán degustar en esta 34ª edición de la Mostra de Proava. Finalmente ‘Mala Vida’ ha abierto el camino para nuevos vinos que se han ido incorporando de manera paulatina a la línea de vinos ‘Canallas’ de la bodega. ‘Bala Perdida’, ‘Vividor’, ‘Cava Sutra’, ‘Hu-Ha’ o ‘Vivir sin Dormir’ han sido algunas de las referencias que han ido apareciendo a medida que la bodega crecía. Algo más de una década después del lanzamiento de ‘Mala Vida’ Toni ha decidió plasmar en una botella todo lo aprendido y la experiencia adquirida en estos años con una edición limitada de ‘Mala Vida’ que se elabora con uvas de Monastrell cultivadas en la zona de solana del Capurutxo y uvas de Garnacha Tintorera cultivadas en la parte umbría del citado paraje. Con una crianza en barrica de roble de ocho meses, es un vino que destila elegancia y finura, con aromas nítidos de fruta roja madura, sutiles notas de especias dulces y un paso por boca largo y goloso.

Los vinos ‘más canallas’ de Bodegas Arráez. Bodegas Arráez

Con sus nuevas líneas de vinos perfectamente definidas, Bodegas Arráez se mudo de casa hace ahora cuatro años, en 2020, en plena pandemia. Ahora, la nueva bodega de Arráez es el centro neurálgico de un proyecto en el que conviven vinos de perfil mediterráneo y porte  informal con otros, como la colección ‘Los Arráez’ en los que el enólogo valenciano da rienda suelta a todas sus inquietudes enológicas trabajando en la recuperación de varietales de uva autóctonos casi desaparecidos y en nuevos medios para la vinificación y crianza. Además, la bodega, completamente visitable, se ha convertido en uno de los principales reclamos enoturísticos de la Comunitat Valenciana, y cada año son miles los aficionados al vino que participan en las diversas experiencias que la bodega proyecta en sus instalaciones.

En la actual edición de la Mostra de Vins de Proava, Arráez volverá a estar presente de manera destacada con un amplio stand en el que los visitantes tendrán la oportunidad de descubrir las nuevas añadas de algunos de sus vinos icónicos como el ‘Mala Vida’ o el ‘Parcela 0’. La bodega acercará al recinto del antiguo cauce del río Túria otras etiquetas recién nacidas como la serie limitada ‘Vividora’, la mistela ‘Miss Tela’, la colección ‘La Madriguera’, los ‘Mínimo’, el espumoso ‘Cava Sutra’ o el tinto ‘Raras’, la última creación de la bodega, un vino que nace con clara vocación solidaria, ya que todos los beneficios generados por su venta se destinarán a la Federación Española de Enfermedades Raras.