A falta de poco más de una semana de que se cumpla el plazo para la disolución automática de las Cortes si no hay candidato a la investidura y se convoquen de nuevo elecciones en diciembre, el PSOE solo tiene dos opciones al alcance de su mano. Una es abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy y hacer una oposición seria y responsable y otra, descartado el pacto de progreso porque los números no suman, si no se incluye a los independentistas, votar en contra de Rajoy e ir a una nuevas elecciones. Si se diera esta segunda hipótesis, Podemos arrebataría al PSOE el liderazgo de la izquierda, confirmándose el sorpaso y el PP saldría más reforzado que el 26J. Esto, al menos, aseguran las encuestas.

Ante este panorama, la abstención es la menos mala de las soluciones para los socialistas. Un mal menor. La cuestión ahora es dilucidar cómo convencer a la militancia y a los votantes, después del no es no a Rajoy y de demonizar a la derecha.

Tarea pedagógica complicada, cuando un sector importante del PSOE sigue estando a favor del no a Rajoy y prefiere ir a unas nuevas elecciones, so pena de su derrumbe electoral, antes que ver a Rajoy de presidente del Gobierno. Los más díscolos son los catalanes, que ya han anunciado que romperán la disciplina de voto, diga lo que diga el Comité Federal de mañana.

Lo que no tienen en cuenta, a mi modo de ver, estos dirigentes socialistas, como Patxi López, que se mantienen impertérritos en el no, es que si celebran unas nuevas elecciones, el PP podría estar cerca de la mayoría absoluta y es preferible un gobierno en minoría del Partido Popular, en una legislatura donde haya que negociar y pactar ley por ley y medida a medida, antes que un nuevo rodillo de PP y Ciudadanos, que nos retrotraería otra vez a la España de los recortes sociales y los decretos-ley.

Este es el quid de la cuestión. Elecciones o gobierno en minoría del PP. Abstenerse no es ir de la mano con el PP. Ni darle un cheque en blanco. Es dejar que gobierne la lista más votada y hacer oposición. Ese ha sido el mandato de los ciudadanos y no otro.