Desgranamos un interminable rosario, sustantivo propio en la España espejeada por la Conferencia Episcopal de los Blázquez y Cañizares, no precisamente taranconiana ni tampoco la del papa Francisco, que estudia la posible excomunión de corruptos y mafiosos, que muchas veces, y sin señalar, son los mismos. Por ser quienes son los mayores practicantes de corrupciones y depredaciones. Familias hay, como los Rato de toda la vida, que son un paradigma de lo que decimos, donde refulge en todo su esplendor Rodrigo, a quien Aznar el ex, calificó en su día -cubriéndole de loores- siendo vicepresidente del Consejo de Ministros aznariano a la vez que ministro de Economía como «autor del milagro económico español» o «el mejor ministro del ramo». Y del que aún nos deparará sorpresas su inacabable rosario de saqueos y pillajes, con lo que deducimos que el verdadero «milagro» era para él.

Hoy traemos parte de la familia aznariana, (el ex, Ana, su esposa, y un hijo) no por ilícitos penales sobre fondos públicos, o quizá sí, porque ¿acaso no fue un desvío de aquellos su fraude a Hacienda de más de 250.000 euros? Sea como fuere, le salió contestón a Aznar, Blesa -compañero de pupitre y cuerpo, al que incrustó en Caja Madrid, y de cuyo presidencia difícilmente nos podremos olvidar- negándole la colocación de un lotazo de cuadros del pintor Rueda a precios desorbitados a la caja. Por no recordar su pingüe negocio, en parte frustrado, con Gadafi, utilizando de escudero a Casado, ahora en el staff rajoyano.

A Ana Botella, la señora del ex, también le ha salido contestona la jueza del Juzgado 43 de Madrid, quien en su sentencia del 11 de mayo ha declarado nula la venta de una vivienda municipal al fondo buitre Blackstone (no puede ser más simbólico su denominación de piedra y negra): «Supone esta sentencia un hito judicial importantísimo en la medida que combate los efectos de aquella -infame- operación», según Benítez de Lugo, abogado de los afectados. La sentencia, además de paralizar el desahucio, da el derecho a la prorroga durante quince años y luego a la compra, siempre en las condiciones en que se accedió a esa vivienda pública. Recordemos que en su época de alcaldesa de Madrid, la señora de Aznar procedió a la venta de más de 1.800 viviendas sociales a ese fondo buitre (venta ventajosísima para el fondo, no para los madrileños) ella tan católica como despiadada con estos vulnerables inquilinos.

Confiemos en que esta familia pueda llegar a final de mes -ya que al parecer a su admiradora Aguirre en su momento no le llegó- pues que el hijo de los señores Aznar era o es una primera figura de estos fondos buitre. Y de la piedad de la familia nos da fe el que José María de clases de ética en la Universidad Católica de Murcia.

Por otro lado, Rivera clausuró el pasado 6 de junio el máster del Instituto Atlántico de Aznar, siguiendo la estela de él mismo, que al parecer en el año 2003, se inscribió en el PP, lo que nos marca más que su proximidad con el partido su pedigrí aznariano, bendecido por el ex como alternativa moderada, centrista y liberal.

«Otra bofetada del Estado en la cara de los valencianos», era el título del artículo del director de este diario del pasado día 11, del que reproducimos por su interés unas líneas: «Génova impuso su ley rechazando el incremento de partidas y la sorpresa desagradable fue la adhesión de Ciudadanos a las luces rojas (negativas) del panel de votación en el Congreso. Madrid y Barcelona continuarán recibiendo para sus respectivos transportes públicos urbanos entre 100 y 110 millones, mientras Valencia volverá a recibir cero».