Venía siendo necesario, entre rifirrafes y opiniones encontradas, tender puentes en aspectos estratégicos, en aquellos que resultan fundamentales para la economía y la convivencia, y que nos permiten seguir avanzando hacia la sociedad abierta, cosmopolita y acogedora que somos.

Venía siendo necesario dialogar, acercar posturas y escuchar cuestiones que generan inquietud, aquellas que nos preocupan como sociedad. Aun siendo un proceso complejo, ha valido la pena.

València cuenta con un modelo de gestión turística compartido por el sector empresarial- quienes abanderan la calidad de València como destino-, los ciudadanos y entidades vecinales- cada vez más rigurosos, y así queremos que sean, por salvaguardar su bienestar y armonía en los barrios- y los partidos políticos- con independencia de su ideología-. Sin duda, este hecho responde a una situación de madurez política, un tiempo nuevo para el turismo en el que, desde lo que somos, tomamos decisiones que suponen beneficio para el conjunto de la sociedad.

Liderar supone ser capaces de encontrar aquello que nos une para potenciarlo, gestionando para todos. Supone que la iniciativa parte de quienes gobiernan pero que es compartida y cuenta con el máximo acuerdo.

El debate municipal, por primera vez, sobre la estrategia de turismo para la ciudad y su aprobación unánime son, sin duda, una gran noticia para València. Y lo es porque el turismo es una actividad clave, de la que depende gran parte de nuestra sostenibilidad económica -por los niveles de empleo que genera y su aportación al PIB de la ciudad- y puesta en valor del patrimonio, nuestro carácter integrador y nuestra singularidad, elementos que -no nos engañemos- atraen mejores viajeros.

Porque solo en València podemos pasear por Russafa o los Jardines del Turia, ver un atardecer en la Albufera, disfrutar de la mejor paella, vibrar con las Fallas o emocionarte con la Semana Santa Marinera. A València no hace falta disfrazarla, ni reinventarla, porque València ya lo tiene todo.

Sabemos que no vale cualquier tipo de turismo, y no estamos dispuestos a renunciar a la calidad por la cantidad. Por eso, hemos trabajado una hoja de ruta a largo plazo, una herramienta que aporta estabilidad y garantías no solo al sector del turismo, sino también al bienestar de los ciudadanos, con capacidad para actuar y prevenir los conflictos que se perciben en otras ciudades.

La estrategia de los valencianos pone el foco en lo que somos, en nuestros rasgos identitarios, nuestra forma de ser, tradición y vanguardia. Devuelve a la imagen nacional e internacional de València nuestra singularidad como pueblo y la dignidad al patrimonio cultural, medioambiental y estilo de vida mediterráneo, alejándose de acontecimientos aislados e inversiones ostentosas. Prioriza el carácter integrador de las ciudadanas y ciudadanos de València como rasgo diferencial, y se compromete a preservarlo trabajando, implicando y sensibilizando, anteponiendo los intereses sociales, y el crecimiento conjunto, a cualquier otro requerimiento que no suponga beneficio para el conjunto de la sociedad.

Este plan innovador, que ya está en marcha, nos va a permitir ser más eficientes y competitivos, convertir a València en un destino inteligente y sostenible, y poner las nuevas tecnologías y el conocimiento al servicio de la gestión eficaz y eficiente. Todo ello, a través de un modelo de gobernanza transparente y colaborativa. Porque el diálogo, la escucha y el consenso caracteriza esta estrategia también durante su implementación.

Y parece que estamos haciendo las cosas bien: los indicadores de rentabilidad nos acompañan, superando los datos de los años de boom turístico -que pusieron en riesgo la sostenibilidad económica de nuestra ciudad-. Y las cifras registradas durante 2017 marcan la misma tendencia. En los datos acumulados hasta mayo, por ejemplo, el REVPar crece un 10,1 %, las cifras de pernoctaciones incrementan un 7,8 % y los viajeros un 10,3 %.

Debemos aprovechar que la coyuntura económica nos acompaña para sentar las bases de la sostenibilidad y tomar las decisiones correctas que fomenten un turismo responsable a corto, medio y largo plazo. Debemos garantizar que esta actividad continúe siendo un motor de generación de empleo y bienestar.

Por ello, posicionemos València a la vanguardia de la gestión turística, desde el equilibrio de intereses, la convivencia en la ciudad, el respeto el entorno, el empleo de calidad, la apuesta por el crecimiento sostenible y la rentabilidad de las empresas.

*Sandra Gómez es primera teniente de alcalde de València y concejala de Turismo