Proscritos o proscritas son todas aquellas personas que se ven expulsadas de su patria o de su entorno por unas causas esencialmente políticas. Cada 9 de Octubre, al celebrar la fiesta oficial de la comunidad autónoma, podemos constatar el "proscritismo" oficial que reina en la Valencia actual por una causa política esencial.

El 9 de Octubre el protagonismo absoluto se lo lleva Jaime I como rey vencedor en la conquista. En los siete siglos y medio no hemos conseguido generar un respeto virtuoso hacia el Rey Zayan, el monarca perdedor en la guerra. No creo que haya sido por prejuicios religiosos, sino más bien por condicionantes políticos.

El Gobierno valenciano centra todos los actos y homenajes en el cristiano; y olvida por completo a los musulmanes, a pesar de que en estos momentos hay una importante minoría de esta religión viviendo habitualmente con nosotros. En unos años, cuando esos jóvenes que residen y estudian aquí se percaten del desajuste, expresarán su repulsa.

Cuando Jaime I llega al Reino de Valencia hay dos monarcas enfrentados en guerra civil, el Rey Zeid y el Rey Zayan. De los dos reyes no se habla nunca, confundiéndolos con la masa del pueblo musulmán. El Rey Zayán se exilió al Sur y mantuvo su fe mahometana. El Rey Zeid se quedó y se convirtió al cristianismo, seguramente por ambición personal. Pero ambos quedan olvidados en las sombras del esplendor de Jaime. Son los dos grandes proscritos del 9 de Octubre; además de todos los protagonistas vencidos, como Ibn Al Abbar. La "Crónica" de Jaime I es texto de referencia en las escuelas; pero el relato del historiador valenciano ni se menciona.

Pero el 9 de Octubre, en tanto que día nacional de los valencianos y valencianas y por tanto, día conmemorativo de todo lo que signifique Valencia, cuenta con muchos otros proscritos. De antes y de después de 1238.

Ha llamado mucho la atención que cuando la concejala Amparo Picó ha intentado resucitar la memoria del cónsul romano Décimo Junio Bruto, fundador de la Ciudad de Valencia en el año 138 antes de Cristo, el gobierno municipal se ha negado por completo a rehabilitarlo, contestando que con el rinconzuelo que le han dedicado en la parte vieja de la urbe tiene bastante. Junio Bruto es otro proscrito de la historia valenciana, y por ende del 9 de Octubre.

Hay otro proscrito sorprendente en esta historia oficial que celebramos el 9 de Octubre, el nombre de Mubarak I, el verdadero fundador del Reino de Valencia en febrero de 1009. Los antiguos cronistas históricos como Beuter o Escolano rendían pleitesía a estos personajes musulmanes que habían fundado el Reino antes de la llegada del rey Jaime. Aunque veneraban profundamente a Jaime, no marginaban a sus predecesores y consideraban que si los reyes musulmanes no hubieran fundado previamente el Reino, Jaime I no hubiera podido conquistar este territorio y constituirlo tal y como lo hizo.

Proscribir parte de la Historia es cercenarla. Junio Bruto y Mubarak son amordazados por su gran importancia en la configuración de esta tierra. El discurso oficial pretende hacernos creer que el 9 de Octubre empezó todo, y que lo anterior no tenía ninguna importancia. Esto no es una opinión aleatoria, sino que es una decisión política.

Todo empieza desde la Reconquista para marcarnos el camino de la identidad cultural y lingüística, que se quiera o no conduce a la Política. En esto no existe ingenuidad o despiste. Está pensado premeditadamente para crear un relato histórico adecuado a unos intereses políticos determinados.

Por ello en días como el 9 de Octubre, cuando se pretende exaltar la Valencianidad como pauta de vida, hemos de soslayar los convencionalismos y reivindicar a los proscritos. La "proscritud" garantiza la pluralidad frente al uniformismo, pues evidencia que es posible opinar de manera distinta y enfrentarse al pensamiento único y homogéneo. Y lo sé de primera mano, pues en propia carne he sufrido la condena de ser proscrito.