A pesar del apoyo de Ciudadanos a los PGE, el Gobierno no tiene garantizada su aprobación, si no se suma el PNV, que ya ha dicho que no los apoyará mientras no se derogue la aplicación del artículo 155. Y no parece, a tenor de los acontecimientos que se están viviendo en Cataluña, que el Gobierno vaya a derogarlo sino más bien todo lo contrario porque por desgracia nada ha cambiado para que esto sea posible.

La situación de excepcionalidad que se vive en Cataluña y, por extensión, en el resto de España, la más grave desde el 23-F, obligan al Estado a seguir aplicando el artículo 155 hasta que se cumpla con la legalidad institucional y democrática, que ha sido vulnerada sistemáticamente por los partidos independentistas, que siguen adelante con el "procés" y con la declaración de la república catalana, designando candidatos que están procesados o huidos de la justicia, amenazando a políticos y jueces y a todo aquel que no piense como ellos, llevando a Cataluña a una situación de bloqueo institucional, que amenaza con prolongarse en el tiempo, con el consiguiente perjuicio económico, político y social que ello supone desde todos los puntos de vista.

El PNV, que en otras ocasiones ha dado muestra de ser un partido con un gran sentido de Estado, apoyando al Gobierno de turno en momentos difíciles, como también lo hizo la antigua Convergència de Cataluña, prestando su apoyo a gobiernos del PP y del PSOE, debería reconsiderar su postura y volver al espíritu de la Transición, que hizo posible la convivencia democrática entre los españoles, tras 40 años de dictadura y de cómo los partidos políticos desde el PCE hasta Alianza Popular, al margen de su ideología, llegaron a entenderse en aras del interés común.