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Efecto huída

En temas de emigración se habla mucho del efecto llamada, pero muy poco del efecto huida. Si eres de Libia, de Siria, del Congo, de Níger, de Mali, de Afganistán, de Irak, de Yemen y de otra docena más de países es muy normal que quieras huir. El efecto llamada se produce cada vez que uno de esos negritos ve la pantalla del móvil o de la tableta y sale una rubia con sonrisa dentífrica o un pisaverde al volante de un deportivo. Eso es el efecto llamada y no representarse a Pedro Sánchez en lo alto del Peñón, con un megáfono en la mano, ofreciendo papeles para todos como quien vende sardina fresca.

Hasta ahora, las posiciones de la derecha y de la izquierda española en torno a la migración nos han servido, muy bien, para conocer las inconsistencias del adversario, pero ignoramos el grado de compromiso de ambos en lo que sería una política de estado negociada y sostenible ¿Cuántos emigrantes y refugiados podemos asumir? No lo sé, pero muy probablemente más de los que documentó el asténico Mariano Rajoy, apenas un 8%, me parece recordar, de la cuota que nos asigno frau Merkel.

Mientras los gobiernos especulan, atizan el miedo al otro y se entregan a los juegos florales, Open Arms salva a los naufragados y el cura eritreo Mussie Zerai, que ha visto tráfico de órganos y secuestro de niñas en el Sinaí, ha salvado a más de cien mil personas gracias a que dirige un centro que recoge las coordenadas en las que se produce un hundimiento, un naufragio, una emergencia. Todos los negritos llevan móvil y saben pasar su localización. Están muy espabilados y quizás nos convengan. También son jóvenes y fuertes; decididos, sin duda: tal vez mejoren nuestro índice de natalidad.

Hace años el filósofo Xavier Rubert de Ventós observó en la frontera sur de Estados Unidos cómo rechazaban a un emigrante que no tenía los papeles en regla. El policía que le cortó el paso también tenía pinta de mejicano. «¿Pero usted no es mejicano, también?» -le preguntó el filósofo. «Pues claro, dijo el policía, yo sólo soy uno de allí que logró pasar acá».

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