Las comisiones de investigación parlamentarias tienen como objetivo principal depurar las responsabilidades políticas y esclarecer las tramas de corrupción. Para ello, se nombra a los miembros de la mesa de la comisión y se aprueba un calendario y un plan de trabajo.

El pasado viernes 28 de septiembre se constituyó en Les Corts valencianas la mesa de la comisión de investigación de la supuesta financiación ilegal del PSPV y Bloc-Compromís en las elecciones de 2007, en relación a la empresa Crespo Gomar. Una propuesta que nace de Ciudadanos con la finalidad de que los responsables asuman su responsabilidad, pese a la resistencia y desidia del «Chasco del Botànic» para llevarla a cabo.

En Ciudadanos siempre hemos creído en el papel de estas comisiones para depurar responsabilidades políticas como complemento a los procedimientos judiciales ya abiertos. Pero lo acontecido en la composición de la mesa de la que tiene que indagar en la financiación del PSPV y Bloc es un insulto a la inteligencia de todos los valencianos. ¿Alguien podría entender que un fiscal investigado dirigiese su propia investigación?

Si el fin es investigar cómo se financiaron presuntamente distintos partidos políticos -incluido el PP- a través de Crespo Gomar, ¿qué imagen de opacidad estamos dando a la ciudadanía si Podemos, PSPV y PPCV conforman la Presidencia, Vicepresidencia y Secretaría? ¿Qué hoja de ruta objetiva e imparcial van a marcar la dirigente orgánica del PSPV en la provincia de Alicante o el Secretario General del PP local de València? ¿Cuál va a ser el resultado de esta comisión?

Todos los partidos políticos hemos lanzado mensajes contundentes de seriedad y responsabilidad acerca de la transparencia y la lucha contra la corrupción. La tolerancia cero debería ser nuestra hoja de ruta, pero, desgraciadamente, es un titular al que muchos se apuntan, pero que muy pocos ejercen. Sobre todo si se trata de los viejos partidos de nuestra democracia, partidos como el PPCV y PSPV, muy acostumbrados a exigir claridad absoluta a los demás, pero muy poca a sí mismos. La ley del embudo.

Bloquear a Cs en esta comisión de investigación que nosotros hemos propuesto es un ejemplo más de que el Consell del supuesto cambio repite los vicios del pasado. El refranero español es sabio: «no se puede ser juez y parte». No se puede y no se debe. Ni por ética, ni por estética.