El mes de febrero y el invierno climatológico se despiden sin cambios. Las altas presiones y las altas temperaturas no son sólo las protagonistas en nuestro país, también en la mitad occidental del continente europeo. En los últimos días, se han batido algunos récords de máximas absolutas.

Esto contrasta con la situación de las Azores y del Mediterráneo Central y Oriental, donde el temporal de mar, las inundaciones y las nevadas (que incluso ha caído en cotas bajas en Libia) han sido los protagonistas, y que apenas ha tenido repercusión en los medios de comunicación, en contraste con la situación que estamos viviendo en España y en el suroeste de Europa, que la tenemos hasta en la sopa. Estos contrastes en Europa se explican por las ondulaciones que presenta el jet stream, que se traducen en ascensos de aire cálido (dorsales) y descuelgues de aire frío en latitudes más bajas de lo habitual (vaguadas). Por desgracia, nos ha tocado estar bajo la ondulación «mala», que por otra parte es lo más habitual. Sin embargo, parece que a partir de la semana que viene vuelven los ponientes.

Durante estas últimas jornadas, el litoral mediterráneo se ha librado de las altas temperaturas gracias al viento de levante, mientras que en el resto del país los valores diurnos han sido más típicos de primavera. Con el poniente, se da la vuelta a la tortilla: bajan las temperaturas en el interior y en el oeste, mientras que se disparan en el este al llegar las masas de aire atlánticas recalentadas tras descender de la Meseta y de las cordilleras periféricas. ¿Nos despedimos del invierno y de la nieve en nuestra zona? Por ahora, es lo que parece.

Pero tampoco hay que olvidar que en ocasiones las nevadas y el frío pueden ser muy tardíos, y llegar en marzo o abril. Algo que agradecerían nuestros montes y campos, tras un invierno en el que las precipitaciones han brillado por su ausencia.