La aspiración de una sociedad abierta y europeísta está profundamente arraigada entre los valencianos y valencianas. Europa es considerada por una amplia mayoría, muy especialmente por los jóvenes, su espacio natural en los ámbitos democrático, social, académico, cultural o económico.

El President Ximo Puig ha devuelto a la Comunitat Valenciana al corazón de Europa situándola a la cabeza de las regiones españolas en actividad e influencia. Desde un declarado compromiso europeísta, ha impulsado la participación valenciana en todas las instituciones europeas, ha alineado su acción política con los objetivos de la Unión desde una lectura progresista y ha recuperado la reputación de nuestra Comunitat.

Este cambio de rumbo contrasta, de forma rotunda, con la etapa de gobierno del PP. El tiempo de la derecha estuvo marcado por un creciente alejamiento del proyecto europeo, numerosos conflictos, ineficiencias e irregularidades y sospechas de corrupción que distanciaron y aislaron a las instituciones valencianas de la construcción europea. La familia liberal-conservadora controlaba, en aquel momento, todas las instituciones comunitarias e impulsó una drástica estrategia de austeridad que agravó la crisis y tuvo un alto coste social y económico. Esas políticas alejaron a los ciudadanos de un proyecto europeo que se llenó de incertidumbres, creciendo gravemente las desigualdades y abriendo la puerta a populismos y reacciones desesperadas.

En la Comunitat Valenciana, esa realidad se manifestó incluso con mayor dureza, deteriorándose rápidamente las condiciones de bienestar de las clases medias a la vez que se dañaban de forma cruel las expectativas de los jóvenes y de las familias trabajadoras más modestas, con caídas salariales, despidos masivos, inseguridad y precarización del empleo, grandes recortes de los servicios públicos básicos y un inhumano incremento de la pobreza.

Frente a todo ello, el President Puig impulsó decididamente el compromiso europeísta en todas las instituciones valencianas, alineando a la Comunitat con las fuerzas que promueven el cambio de orientación de las políticas europeas, superando conflictos y mejorando la participación en todos los instrumentos comunitarios que contribuyen a nuestro desarrollo económico y social. Además, ha promovido la participación activa en las decisiones sobre el futuro de la Unión, particularmente en los temas que más directamente nos afectan, como el corredor mediterráneo y la conectividad ferroviaria. El último ejemplo exitoso, ha sido la aprobación definitiva, la pasada semana en el Parlamento Europeo, de las futuras conexiones con Zaragoza y Madrid como ejes prioritarios.

La política europea se ha hecho valenciana, todas las instituciones de la Generalitat actúan, cada vez más, con un enfoque europeo que interioriza ese marco como un factor clave para orientar sus decisiones.

La actual estrategia de la Generalitat se orienta hacia la conquista de una mayor influencia de las regiones en las decisiones europeas y se alinea decididamente con las fuerzas progresistas que demandan una Unión que nos proteja de las nuevas amenazas y de incertidumbres como el Brexit, que garantice un trato justo en la aplicación de los acuerdos comerciales -especialmente para nuestros productos agrícolas-, que defienda nuestros derechos, que construya un nuevo contrato social, que avance en una transición sostenible y tecnológica que frene el cambio climático y que reoriente sus políticas migratorias desde un enfoque humanitario y respetuoso con los derechos humanos.

Es tiempo de seguir sumando e incrementar decididamente la información a los ciudadanos y ciudadanas sobre las políticas europeas y promover su participación activa y consciente en las decisiones. En ese proceso, las regiones y los municipios de Europa tienen un papel esencial porque son las instituciones más cercanas y en las que más confían los ciudadanos.