No todo lo que sucede a lo largo del día tiene que ser malo o estresante. A veces, y cuando menos te lo esperas, sucede el “milagro” y alguien te regala una acción que te hace reflexionar y recordar el mensaje de Pedro Shoajai: la gratitud es un antídoto maravilloso.

Ocurrió al mediodía, como suelo hacer habitualmente, había cogido una bicicleta de Valenbisi, y circulando por el carril bici del polémico tramo de la Avenida del Reino de Valencia me dirigí a la Plaza de Toros a dejar la bici en el parking. Estas bicicletas tienen en su parte delantera una cesta, allí mismo deposité mi pequeña mochila, llena hasta los topes, y mi chaqueta negra, en la que guardo, como muchas personas, mi cartera con la documentación, tarjetas de crédito, bonometro, tarjera de cercanías, SIP y algo de dinero. Por suerte, también llevaba en esta ocasión algunas tarjetas de visita.

Al rato de estar en casa, recibí una llamada sin identificar, que no cogí a pesar de su insistencia. Pasados unos minutos, sonó el aviso de llegada del siguiente mensaje de WhatsApp: ¡Tengo tu chaqueta…! No me lo podía creer, pensaba que era una broma; ya que en ningún momento había echado en falta mi chaqueta. La busqué y al no encontrarla recordé que la había puesto debajo de la mochila en la cesta de la bici. Devolví la llamada y. al otro lado del hilo telefónico, me respondió una señora muy amable que me confirmó que había encontrado mi chaqueta y que gracias a mis tarjetas de visita me había localizado. Desde estas líneas, vuelvo a agradecerle su amable gesto.

Hoy, cuento esta historia porque, a pesar de las prisas que muchas veces llevamos, del ritmo endiablado del día a día, y de nuestra constante falta de tiempo, ocurre lo inesperado y alguien cede parte de su tiempo para regalárnoslo.

Si observamos con detalle comprobaremos que hay buena gente a nuestro alrededor, educada, amable y generosa; y que las buenas acciones pueden llegar en cualquier momento, no siempre todo es negativo. En esos pequeños, amables y generosos detalles, como el que me ha ocurrido hoy a mi está la esencia de la vida. Mañana... te puedes suceder a ti.