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Gemma Martínez

El apunte

Gemma Martínez

Más humor y menos política

La radio me acompaña en el tránsito que separa mi casa del mar. Desfilo a paso ligero y cuando llego a la orilla, los auriculares corren a su caja. En silencio incondicional miro al horizonte, convertida en la versión femenina de Santiago, el hombre de mar de Ernest Hemingway. Igual que el protagonista de El viejo y el mar creo que está prohibido hablar innecesariamente delante del mar. Pero a la ida y a la vuelta, soy mujer de decibelios y de radio.

Así sucede en un día como ayer, 9 d’Octubre y fiesta de la Comunitat Valenciana. Recorro los 6,4 kilómetros de mi tránsito acompañada de mi admirado Carlos Alsina. El camino es simétrico, a la ida y a la vuelta, pero el programa, Más de Uno, cambia un mundo entre los 3,2 primeros kilómetros y los segundos. De cara al mar es hora de tertulia, de política -tanto vieja como nueva-, de opinadores que me apasionan o que me dejan indiferente. Cuesta no perder el hilo, centrarse en el ahora, cuando hablan de la campaña electoral, que no empieza hasta el 1 de noviembre, pero que ya ruge a pleno pulmón. Se oye a Pedro Sánchez el prematuro, que tira de exposición mediática a más de un mes de las elecciones. También a Pedro Sánchez el generoso, por sus promesas electorales, y a Antonio Garamendi, el patrón de los empresarios que cual paternalista nos insta a votar en masa. El mar y mi vocación de fan de Hemingway me salva del hastío cuando silencio la radio. Después, ya de vuelta y de espaldas al mar, la tertulia es historia. De los cascos sale el cómico Sergio Fernández, El monaguillo. Él ejerce el periodismo de masamadre desde la puerta de un hipermercado. Esta vez interpela a los viandantes sobre la vida tras la lotería, la venta de trajes de novia por Wallapop, las profesiones con más sexo o las flatulencias. Mis carcajadas son cada vez más y a más viva voz, tanto que noto caras raras a mi alrededor. No me importa. No puedo parar de reír ni dejar de alabar al gran Sergio. ¡Más humor y

menos política!

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