Afortunadamente, estamos leyendo en estos días muchos artículos que denuncian la situación a la que se han visto abocadas las mujeres con esta crisis, que ha puesto de manifiesto, entre otras cosas, la necesidad de reforzar el estado del bienestar. Las consecuencias para la mitad de la población son un elevado riesgo de exclusión del mercado de trabajo y las secuelas para su salud derivadas de la letal combinación de teletrabajo sin regular y tareas de cuidado sin repartir.

Trabajar y cuidar, trabajar y criar, se ha convertido en un juego de malabares sin red al que de una vez por todas tenemos que meter mano. Uno de los espacios donde podremos comprobar el alcance de la voluntad política es en el marco del diálogo social. En el País Valenciano se ha iniciado la negociación de medidas para la recuperación económica a través de cuatro mesas y grupos de trabajo. Este proceso puede ser una gran oportunidad para reforzar nuestro modelo social y caminar hacia un modelo económico más igualitario, justo y sostenible con la vida humana y del planeta, que contemple los cuidados como un bien social que debe ser también asumido por los poderes públicos.

Desde CCOO PV hemos presentado un documento con 167 propuestas, que incluye medidas para facilitar la conciliación en este contexto de covid-19, mientras transitamos hacia ese modelo que ponga en el centro los cuidados. Entre otras, planteamos renovar el plan de ayudas económicas que se acordó recientemente, también en el marco del diálogo social a propuesta de este sindicato, pero que, al tratarse de una ayuda puntual y dado que la situación que la provocó sigue vigente, se hace necesario dar continuidad.

También la creación de un «bono concilia» a semejanza de otros países, condicionado a la creación de empleo. Supondría conceder ayudas económicas a las familias que acrediten la necesidad de cuidados a menores y que sus rentas no les permitan asumir ese coste. En relación a las conocidas Escoles d'Estiu que ofrecen un espacio lúdico educativo que favorece la conciliación en periodo estival, consideramos que este año debería cubrir todo el periodo, incluido agosto, siguiendo siempre el protocolo que ya se ha establecido desde la Conselleria de Sanidad para estos espacios. Asimismo, debe retomarse la comisión de les Corts sobre usos del tiempo y ponerse en marcha a medio plazo las conclusiones de este trabajo.

Son medidas necesarias (aunque no suficientes) para que las mujeres no muramos en el intento y podamos permanecer en los puestos de trabajo, pues, muy a nuestro pesar, la deseada corresponsabilidad no está extendida, salvo valiosas excepciones. Y, aunque los malabarismos se hagan en pareja, no dejan de hacerse sin red. Sin la red de recursos públicos y privados sobre los que giraba la conciliación de las familias y que actualmente se encuentran cerrados o condicionados por criterios sanitarios, como no puede ser de otra manera. Trabajar y cuidar, trabajar y criar, sin que las mujeres trabajadoras mueran en el intento, requiere de responsabilidad colectiva en la familia, la empresa y el Estado.