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Reflexiones

Videojuegos y educación: la alternativa educativa

Que el coronavirus nos ha cambiado la vida no es una novedad, pero hay que continuar y uno de los sectores sociales que más me preocupa es la vuelta al colegio en septiembre.

Estamos ante una indecisión que genera muchísimas dudas a los padres y madres de este país. ¿Qué va a pasar? ¿Cómo se va a desarrollar la docencia? ¿Estarán seguros nuestros hijos en las aulas? ¿Nos vamos a encontrar con un principio de curso tan desastroso como fue el final del curso pasado?

La finalización del curso pasado nos demostró que el profesorado no está preparado tecnológicamente para clases no presenciales. Esto hizo que muchos estudiantes bajaran su rendimiento académico (aunque no las notas), que no recibieran la enseñanza necesaria y un desánimo generalizado, porque ellos tampoco están acostumbrados a este proceso de enseñanza-aprendizaje.

Nuestros hijos están acostumbrados a utilizar el ordenador para desarrollar una actividad lúdica: videojuegos, pero en ningún momento nos hemos planteado hacer uso de ellos para conseguir captar su atención y conseguir un proceso de enseñanza-aprendizaje ameno, online y marcando unas pautas con las que adquieran una rutina de trabajo como si estuvieran en el aula.

Tenemos videojuegos deportivos, matemáticos, de idiomas, aprendizaje en Historia, de cultura general.

Está claro que la sociedad se está adelantando a los políticos y transformando sus espacios para adaptarlos al no presencial. Un ejemplo lo tenemos con Sofía Toro, olímpica de vela y profesora de la UCAM, que ha dado sus clases de metodología de vela, utilizando realidad virtual.

El momento ha llegado. ¡Basta ya de decir que los espacios digitales son perjudiciales para nuestra juventud!, que crea adicción, que favorece la obesidad,.. y centrémonos en lo que pueden aportar para conseguir una enseñanza de calidad fuera del aula.

El espacio digital ha llegado para quedarse, gracias a él hemos pasado un confinamiento manteniendo el contacto con nuestros seres queridos, la administración pública ha conseguido seguir funcionando gracias al teletrabajo, la universidad (más acostumbrada a las plataformas digitales) ha continuado con su docencia y su horario académico, los colegios han hecho lo que han podido: los privados, con mayor presencia de la tecnología, se han visto más favorecidos que los públicos.

Tenemos las herramientas, la facilidad que tienen nuestros hijos para adaptarse a ellas, tenemos el profesorado que, en muchos casos, debe adquirir la competencia digital, ¿a qué estamos esperando? ¿A qué se está esperando para cumplir con el Acuerdo de 14 de mayo de 2020, de la Conferencia de Educación sobre el marco de referencia de la competencia digital docente? Lo que nos falta es decisión política para ser un referente en enseñanza online.

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