Alta Definición

Con cariño para "boomers"

Julia Otero y Carolina Iglesias en el plató de ’Días de tele’.

Julia Otero y Carolina Iglesias en el plató de ’Días de tele’.

Maite Mercado

Maite Mercado

Como bien saben los que pintan canas, el algodón no engaña. Tampoco los audímetros que marcan con total precisión quiénes dedican más tiempo a ver televisión generalista en abierto. Son los que recuerdan al mayordomo que usaba aquel limpiador con bioalcohol y los tiempos en los que solo podía sintonizarse la televisión pública: jubilados y boomers. Pensando en ellos, se han estrenado dos programas que no brillan por su originalidad en cuanto a forma y contenido.

Los mayores de 45 son tantos que RTVE los considera la totalidad de españoles y españolas al presentar una de estas novedades como un espacio que recupera «acontecimientos históricos, grandes eventos y momentos únicos que vimos a través de la televisión y que recordamos todos». Me refiero al programa de Julia Otero, que podría haberse llamado «Lo de Julia» en vez del más anodino «Días de tele», y no solo por el gancho comercial del nombre. Con la guionista Carolina Iglesias y el productor y catedrático José Miguel Contreras en la mesa que comparten los presentadores e invitados, sin la gallega no hay programa ni lo habrían visto más de un millón de espectadores consiguiendo un gran 11,5 por ciento de cuota de pantalla.

Las ofertas ganadoras de esa noche buscaban en las mismas franjas de edad a sus presas. El culebrón turco «Hermanos» de Antena 3 fue lo más visto, seguido de lo de Julia y, muy de cerca, de otro recién llegado, un recuperado «Viajando con Chester» con entrevistas a personajes como Cayetano Martínez de Irujo, bastante alejado de los intereses de los menores de 40 años.

Como Uri Geller, el protagonista del acontecimiento de gran impacto televisivo «que nos marcó para siempre» con el que comenzará cada semana «Días de tele», elegido para la primera entrega. Tanto detalle sobre «El día que nos la colaron por primera vez» en «Directísimo» con José María Íñigo en 1975 me cansó pronto. Más de tres cuartos de hora después, la voz de Lolita me reconectó un rato, pero pasaban las doce de la noche. Hora de apagar el televisor entre semana. De nuevo, quejas por un prime time que se alarga hasta la una de la madrugada.

Para los domingos, «Plan de tarde», una horita de directo con Toñi Moreno que vuelve a La 1 tras su salida de Mediaset. Crónica social amable que tuvo como «madrinas» del debut a las hijas de Rocío Dúrcal y tampoco le fue mal de audiencia. Ni el uno ni el otro recogerán premios televisivos, pero cumplen con cariño el objetivo: intentar retener al mayor número de espectadores reales de la televisión de siempre.

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