REFLEXIONES

Revolución energética: hidrógeno de colores

Jesús Cruz

Jesús Cruz

Menciona el diccionario que una Revolución, es un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras de una comunidad. Si lo aplicamos en el ámbito de la energía, significa que algo debe modificarse en un breve periodo de tiempo para solucionar nuestras necesidades energéticas, de una manea rápida, inminente e incluso traumática.

Analicemos paso a paso esta situación comenzando por descubrir al protagonista. El Hidrógeno es el primero de todos los elementos químicos de la tabla periódica, y por tanto el más ligero que existe. Está compuesto por un protón y un electrón, encontrándose en la naturaleza de forma estable, es insípido, incoloro e inodoro. Muy abundante constituyendo el 75% de la materia del universo, pero no se encuentra en estado puro sino recombinado con otros elementos como el oxígeno en forma de agua. Puro como gas H2 tiene unas grandes capacidades energéticas por su combustión sin emisiones de CO2.

Por todo ello, es la gran apuesta de la Unión Europea para sus planes energéticos de 0 emisiones de CO2 en 2050, postulándose España como uno de los mayores productores de Hidrógeno con un 20% del total mundial, sólo por debajo de Estados Unidos. Es por tanto el Hidrógeno una tecnología clave en el camino de la neutralidad climática.

Pero el gran reto es la eficiencia energética, es decir, la relación entre el coste energético en producirlo y la energía que se obtiene al consumirlo. Mediante electricidad aplicada al agua puede romperse la molécula del HO2 y separar en sus estados gaseosos hidrógeno y oxígeno, almacenándolos para distintos fines industriales, uno de ellos producción de energía eléctrica a partir de su combustión

La asignación de colores al Hidrógeno viene marcada por la fuente de energía que se utiliza para su generación: Verde si la energía utilizada para su producción es renovable como eólica o solar. Rosa si se genera consumiendo energía nuclear. Gris si la energía usada para obtenerlo es con gas natural. Azul aquel que se produce con energías que emiten CO2 pero capturado y almacenado. Negro si el Hidrógeno de produce utilizando fuentes de energías fósiles como el carbón.

Analicemos a continuación una vez presentado el Hidrógeno y el colorido paisaje en su generación, el revolucionario escenario que se presenta por su apuesta en un inmediato futuro:

Gran disponibilidad como fuente de energía, abundante en la naturaleza al residir en el agua, alto poder energético triplicando a la gasolina y sobre todo es una fuente de energía limpia puesto que tras su combustión no se genera CO2 tan nocivo para el medioambiente, sino agua en forma de vapor, resultando una energía limpia que sirve para descarbonizar nuestro planeta.

En el escenario del Transporte, las previsiones oficiales contemplan para 2030 que el Hidrógeno será capaz de mover 15 millones de turismos y medio millón de camiones. Además los sectores ferroviario, marítimo y aéreo ya están planteando soluciones tecnológicamente factibles para usar el Hidrógeno en sus medios de transporte, lo que supondrá un fuerte impacto medioambiental por la ingente cantidad de C02 que dejaría de emitirse al medio ambiente.

En cuanto al sector Industrial, el hidrógeno convencional utilizado con grandes consumos en plantas químicas, refinerías, fertilizantes y otras áreas industriales, será sustituido por Hidrógeno verde no contaminante en su generación.

También el sector Residencial puede verse favorecido por el consumo de gas Hidrógeno en el uso doméstico, aprovechando la infraestructura de gaseoductos y redes de distribución.

Es por todo ello el Hidrógeno verde a modo de conclusión, una oportunidad tecnológica que nuestro país no debe desaprovechar, considerando que tenemos un posición estratégica mundial para producirlo a gran escala por nuestra amplia capacidad de generación de electricidad de origen renovable y nuestra red de infraestructuras para almacenarlo, transportarlo y distribuirlo a países europeos, flexibilizando un sistema energético global que garantice la capacidad de suministro.

No podemos ni debemos fallar ante esta estrategia energética. Unamos esfuerzos, dejemos al margen ideologías sociales y caminemos en la senda del interés nacional hacia el modelo energético adecuado, donde el Hidrógeno viene a jugar un papel capital.