Mirador

PAI Porxinos o Génesis Túria

Robert Raga

Robert Raga

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, contraponía hace escasas semanas las políticas que la derecha implantó en la Comunitat mientras gobernó -basadas en la corrupción, como el caso Gürtel y tantos otros- frente a la gestión de las fuerzas de izquierda con la llegada de la gigafactoría de la Volkswagen que supondrá una de las mayores inversiones económicas en el marco de la Unión Europea y, por ende, un factor que ayudará a la creación de empleo y prosperidad. La frase "Gürtel o Volkswagen" resume, perfectamente, la dicotomía que se plantea a los ciudadanos de la Comunitat en las próximas elecciones del 28 de mayo.

La frase demoledora de nuestro president me trasladó en el tiempo a las políticas que la derecha instauró en Riba-roja de Túria a lo largo de sus cuatro lustros de gobierno. El proyecto del PAI de Porxinos retrata a la perfección las iniciativas que durante su mandato puso en marcha. El plan consistía en aprobar un programa urbanístico, a través de un convenio con el Valencia CF, para construir 2.700 viviendas, un campo de golf y una ciudad deportiva en un paraje de alto valor ecológico.

La justicia se encargó de dar al traste con esta aberración urbanística a costa del municipio tras las reivindicaciones y recursos del PSPV o de la entidad Salvem Porxinos. La sociedad civil supo movilizarse por revertir una injusticia, social, económica y ambiental.

Frente a esas propuestas, el actual gobierno se ha dedicado a implantar las políticas de la sostenibilidad. Proyectos como Génesis Túria o Guardian son un hecho diferencial. Plantar más de 80.000 árboles en la ribera del Túria para crear un parque botánico de ejemplares autóctonos o la lucha contra los incendios con el uso de aguas residuales para proteger más de 2.000 hectáreas en la Vallesa de Mandor son nuestra carta de presentación. El ciudadano decidirá el próximo 28 de mayo.