El impulso de las inversiones extranjeras en la C. Valenciana

José Pla Barber

José Pla Barber

La Comunitat Valenciana ha experimentado un notable incremento en las inversiones extranjeras durante el año 2022, alcanzando una cifra de 2.036,2 millones de euros, lo que representa un aumento del 134,8 % en comparación con el año anterior. Estas inversiones, a las que se suman importantes proyectos como la construcción de la planta de baterías eléctricas de Volkswagen en Sagunto, el impulso del coche eléctrico en la factoría de Almussafes, y los anuncios de Hitachi, HP y Deutsche Telekom IT sobre la apertura de nuevos centros de desarrollo tecnológico en Valencia, no solo generan efectos directos en términos de empleo y producción, sino también efectos positivos indirectos (spillover effects), más sutiles y difíciles de cuantificar, pero que son fundamentales para mejorar la competitividad a largo plazo.

Dichos efectos indirectos se materializan a través de diversos mecanismos. En primer lugar, se produce una difusión de conocimiento gracias al efecto imitación, donde las empresas locales aprenden de las empresas extranjeras sobre nuevas tecnologías, técnicas de marketing e innovaciones. Además, a medida que pasa el tiempo, las empresas locales pueden contratar empleados que adquirieron experiencia en multinacionales. Estos profesionales aportan conocimientos y habilidades que elevan la capacidad y eficiencia de las empresas locales, fortaleciendo su posición en el mercado. En segundo lugar, destaca el efecto competencia generado por la entrada de empresas multinacionales. Esta mayor competencia estimula a los productores locales a mejorar su rendimiento. La competencia en el mercado interno incluso puede impulsar en las empresas locales la búsqueda de oportunidades de internacionalización para escapar de la presión interna. Por último, el tercer mecanismo se refiere a las relaciones proveedor-cliente. El incremento de la demanda de productos intermedios a nivel local por parte de las multinacionales mejora la eficiencia del canal de suministro y eleva los estándares de producción y calidad debido a los requisitos más exigentes de estas.

Estos logros evidencian que la economía valenciana funciona, y que se ha sabido redirigir la política industrial para modernizar el tejido productivo y garantizar un crecimiento futuro con empresas más competitivas. Más allá de los tópicos del buen clima y la calidad de vida, y de las evidentes ventajas en infraestructuras logísticas de apoyo a las empresas encabezadas por ValenciaPort, dos factores fundamentales han contribuido a este éxito. Por una parte, un ambiente institucional propicio que ha posibilitado recuperar el capital reputacional y, por otra, una red de universidades e institutos tecnológicos que actúan como auténticos semilleros de talento humano.

En este período de anuncios electorales, es de suma importancia enfocarse en lo que realmente importa, por ejemplo, apostar por estas inversiones como palanca de cambio de nuestro modelo económico. Para lograrlo, será fundamental que el próximo gobierno se comprometa a mejorar el marco económico y legal, eliminando trabas burocráticas y garantizando estabilidad y transparencia. Asimismo, será imprescindible incrementar la inversión en educación y formación para crear empleos de alta calidad y continuar atrayendo inversiones con un mayor valor agregado. La mejora de las infraestructuras, especialmente el transporte ferroviario, y la finalización del corredor mediterráneo, desempeñarán un papel fundamental para fortalecer la posición de la región en términos de conectividad y competitividad. Por último, será esencial desarrollar nuevas políticas de apoyo a las empresas basadas en la sostenibilidad, la innovación y la internacionalización. En conjunto, estas acciones impulsarán el crecimiento económico y consolidarán la posición de la Comunitat Valenciana de manera sólida en el escenario global.