Opinión

Primer trimestre de récords en las bolsas

A finales de los años ochenta, mientras la bolsa americana se sacudía de encima el crash de octubre de 1987, el principal índice bursátil japonés, Nikkei, alcanzaba su récord histórico en 38.915 puntos. Era el 29 de diciembre de 1989 y todas las apuestas indicaban que Japón iba a comerse el mundo convirtiéndose en la primera gran potencia gracias a su desarrollo tecnológico. Meses después su economía explosionaba gracias al cóctel habitual: burbuja del sector inmobiliario que había contaminado al financiero. La subida de los tipos de interés, iniciada por el Banco Central de aquel país, derrumbó el castillo de naipes.

Empezaron las décadas pérdidas de Japón. Deflación y crecimiento económico nulo que no impidieron gracias a las peculiaridades de su mercado laboral, mantenerse cerca del pleno empleo. Su liderazgo tecnológico fue superado con la irrupción de internet por Estados Unidos y, contra todos los pronósticos, China empezó a crecer a pasos de gigante. En 1989, su rival asiático había vivido la masacre de la plaza de Tiananmen y nadie hubiera apostado en qué se convertiría treinta años más tarde.

Casi 35 años después, el índice más seguido de Japón ha vuelto a superar su récord histórico. La economía nipona c reció un 1,9% en 2023 y sus expectativas para este y el próximo año son superiores al 1%. Su banco central ha subido tipos de interés, situándolos en positivo, por primera vez en 17 años.

Este optimismo no ocurre solo en Japón. Las bolsas más importantes a ambos lados del Atlántico están en récords históricos. Los ejemplos de Francia y_Alemania son paradigmáticos. En el caso de España, aun lejos del récord establecido el 8 de noviembre de 2007 en 15.945,7 puntos, superó la semana pasada la brecha de los 11.000 puntos, que no tocaba desde 2017. Las caídas de los índices de ayer impidieron consolidarlo. En EEUU, sus principales índices han generado subidas constantes los últimos cinco meses.

El optimismo se ha apoderado de los mercados en el primer trimestre de 2024 impulsado por las expectativas de rebajas de tipos de interés a lo largo del año fruto del sentimiento de que la inflación se ha controlado. La rapidez de los acontecimientos ha dejado en el baúl de los recuerdos los problemas de la cadena de oferta generados por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y por el temor a una crisis energética. En el horizonte, los inversores amplían sus apuestas porque las empresas seguirán viendo como crece su beneficio por acción. El Nikkei ganó un 22% hasta marzo, el Ibex 35 un 9,6%, el Dax alemán un 10,39% y el Cac francés un 8,78%. En EEUU, al discreto aumento del Dow Jones del 5% se le unía el 9,1% del Nasdaq, índice con una ponderación mayoritaria de las empresas tecnológicas.

En su último informe de perspectivas económicas, la OCDE_estima que la economía mundial crecerá un 2,9%_en 2024 y un 3% en 2025. Y la inflación volverá a rondar el 2%, objetivo de los bancos centrales en el año próximo.Los países que liderarán este crecimiento serán por este orden India (más de un 6%), Indonesia, China y Turquía. En Europa, España crecerá por encima de sus pares gracias, un año más, al impulso del sector turísitico. La OCDE proyecta un aumento del PIB del 1,5% en 2024 -aunque servicios de estudios como el BBVA estiman que crecerá un 2,1%- y del 2% en 2025.

¿Riesgos?_Todos los que se quieran colocar en la balanza. La OCDE_recuerda los «altos riesgos geopolíticos.» Aquí se incluye desde qué puede ocurrir en Ucrania y cuáles serán los próximos movimientos de Rusia, hasta una escalada de la violencia en Oriente Próximo debido a la invasión de Gaza por parte de Israel. Cualquier acontecer negativo podría disparar de nuevo la inflación -vía precios del petróleo- y obligar a los bancos centrales a retrasar la bajada de tipos. La previsible -así lo vaticinan las encuestas- victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en EEUU no genera, por el momento, efectos en los mercados financieros.

Además de la renta variable, hay otro activo que bate récords: el oro. El precio de la onza se ha situado en 2.275 dólares, un incremento del 10,2% en lo que va de año.Históricamente es conocido como el valor refugio ante posibles turbulencias. La crisis de 2008 y la pandemia lo demostraron._¿Aviso de navegantes cautos?

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