Al oeste de la Serra de la Serrella encontramos el municipio de Benasau, población tradicional de montaña, situada en la comarca de El Comtat. Se puede llegar desde Alcoi por la CV-70 que se prolonga hasta Benidorm, pasando por Confrides, o desde Cocentaina por la CV-790, para tomar en Benilloba la CV-70. Otra posibilidad es acceder desde la costa por la CV-770, concretamente desde la Vila Joiosa. Ambas carreteras nos ofrecen el paisaje de montaña alicantina, tan desconocido para la gran mayoría de la población.

Su término es de unos 9 km2 y limita al norte con Quatretondeta y Gorga; al sur con Alcoleja, al este con Confrides y al oeste con Penàguila. Situado a casi 700 metros de altitud, presenta un clima mediterráneo condicionado por la altitud. Nos hallamos pues con veranos calurosos y los inviernos fríos, en los cuales son frecuentes las nevadas. Se trata de un término flanqueado por los relieves montañosos de la Serrella y Aitana, entre otros.

Una historia condicionada por la despoblación

La Carta Pobla de Benasau recoge como este pueblo quedó abandonado debido a que todos sus habitantes eran moriscos, por lo que el señor territorial del que dependía, el duque de Medinacelli, lo mandó repoblar con cristianos el 12 de octubre de 1612.

Panorámica de Benasau. R. S.

Según el censo del Instituto Nacional de Estadística del 2019, cuenta con tan sólo 151 habitantes. De hecho, la despoblación es uno de los mayores problemas a los que se ha enfrentado, como la mayoría de los pueblos vecinos. En menos de 200 años, Benasau ha pasado de unos 728 habitantes que tenía en el año 1860, a 651 en 1900 y a 189 en el 2000. El éxodo rural se dirige especialmente a las ciudades del entorno, hacia las vecinas Alcoi y Cocentaina, y en particular, el cercano litoral. Benasau es un pueblo alicantino afectado por los efectos negativos de la emigración, como es el envejecimiento demográfico.

Benasau quedó abandonado debido a que todos sus habitantes eran moriscos, por lo que el señor territorial del que dependía, el duque de Medinacelli, lo mandó repoblar con cristianos el 12 de octubre de 1612.

Se trata de una población de origen árabe, como bien indica el vocablo ‘Ben’ (hijo de) tan característico en esta comarca. Su actividad económica está basada principalmente en la agricultura, sobre todo en el olivo. La producción de aceite es de gran calidad, concretamente de la variedad alfafarenca. También sobresale el almendro. Se trata de cultivos distribuidos en bancales adaptados a las pendientes y los desniveles, adquiriendo un paisaje abancalado, en gradería. Constituyen paisajes únicos con un entorno de gran valor paisajístico y natural.

Dichos atractivos se traducen en numerosas rutas de montaña, que tienen su origen en Benasau, y que permiten adentrarse en las montañas del interior de la provincia de Alicante que, al contrario de lo que se pueda pensar, es una de las provincias más montañosas, con más de sesenta cimas que superan los mil metros, muchas de las cuales las encontramos en el entorno territorial de Benasau, en la Serrella y l’Aitana. No se pueden perder las excursiones por Serrella, la Coveta de les Tres Creus o la Fonteta Picó. Es el caso del sendero PR-CV 23, una referencia del excursionismo alicantino.

Iglesia de San Pedro de Benasau. R. Seguí

Los tesoros de un pasado

Benasau es un pueblo organizado por tres calles principales: la Calle Mayor, y la del Canonge Mas Picó; ambas paralelas, y la Calle Nueva. Su plano está configurado por calles estrechas, con construcciones de décadas e incluso siglos de historia, muchas de ellas abandonadas, que contrastan con las construcciones de unifamiliares y casonas que pueden encontrarse, sobre todo, por el recorrido de la carretera CV-70. En su núcleo urbano, destacan dos edificaciones dispuestas en extremos opuestos de la calle Mayor: por un lado, la Iglesia parroquial de San Pedro, a cuyos pies se encuentra la Font d’Ullet. Es un edificio de interés arquitectónico, en el cual hallamos la Capella de la Comunió. Al otro extremo, encontramos la Torre Palacio de los barones de Finestrat, una construcción cuadrada hueca actualmente de cinco alturas construida en mampostería y con sillares esquineros. Está declarado como Bien de Interés Cultural en 1985. Su gastronomía forma parte de su patrimonio cultural y es uno de sus principales atractivos. Es común a muchos pueblos de la comarca de El Comtat, en la que destacan la pericana y el tradicional puchero, así como carnes a la brasa y verduras condimentadas por el aceite de oliva virgen que se produce en estas tierras.

Núcleo de Ares del Bosc. R. Seguí

El núcleo de Ares del Bosc

Siguiendo la CV-70 encontramos un pequeño núcleo urbano de poco más de 25 habitantes, que depende de Benasau: Ares del Bosc. Se trata de un pequeño poblado de origen islámico conquistado por Jaume I donde continuó habitando la población morisca hasta su expulsión en 1609, cuando pasó a ser repoblada por cristianos. Destaca la iglesia de la Mare de Déu dels Àngels, de 1535, y el Palau de los marqueses del Bosch del siglo XVI. Cabe destacar el sistema de gestión de riego de Ares que, entre otros elementos, tiene la particularidad que se utiliza una caña para medir la cantidad de agua que entra al malecón donde se recoge el agua de distintas fuentes y que sirven para regar. A esta caña se la conoce como «canya partidora» y es el origen del refrán «A Ares es reparteix l’aigua a canyades».

Benasau, es sin duda, una parada obligada para conocer el interior de la provincia de Alicante. Desde este municipio alicantino se pueden realizar rutas diversas que nos permiten acceder a las principales alturas de la provincia, y a espectaculares paisajes, condicionados por el clima de montaña. Un lugar de encuentro con los orígenes rurales de estas tierras que esconden un gran patrimonio cultural, gastronómico, paisajístico y natural. Así lo recogía el botánico Cavanilles a finales del siglo XVIII, cuando señalaba «el término común de Ares y Benasáu tiene una hora de diámetro, todo de cuestas y barrancos, (…) solo tiene 30 jornales de huerta, regados con las aguas que baxan de Serrella y Aitana, en que hay muchas moreras, porción de maíz y hortalizas».