Municipio alicantino, en el interior de la comarca de la Marina Baixa, localizado a unos 12 kilómetros de la Vila Joiosa, por la carretera CV-770. Linda con Alcoleja, Confrides y Benifato, por el norte; Benimantell y Finestrat, por el este; Relleu y Penàguila, por el oeste; y Orxeta y Relleu, por el sur. Se extiende su término por 38,7 km2, y el pueblo, de unos 600 habitantes, se halla a una altitud de 420 msnm.

Relieve e hidrografía

El término municipal se caracteriza por un relieve abrupto, quebrado, tanto por las abundantes fallas y plegamientos, como por las numerosas sierras que se alzan en su entorno territorial. En la parte central destaca una depresión, una hoya de forma triangular, flanqueada por alineaciones montañosas: en el sureste, la sierra de Benimantell y el Puig Campana; en el norte, la sierra de Aitana (más de 1.000 m); la sierra de Aguilar se alza por el suroeste. En su término sobresalen los barrancos de Tagarina y del Arch, cuya confluencia en las proximidades del pueblo, dan lugar al río Sella, afluente a su vez del Amadorio, el río de la Vila Joiosa.

Panorámica de Sella. Rodolfo Ferrer

El clima de Sella es, lógicamente mediterráneo, de temperaturas templadas con verano seco. Las medias térmicas son de 8 grados C en enero, y 24 grados C en agosto. Sin embargo, está condicionado por la altitud y la disposición de los relieves, de tal manera que se observa comportamientos térmicos y pluviométricos de clima de montaña: 800 mm de precipitación en el norte, y unos 300 mm en el sur.

Historia y evolución demográfica de Sella

Su origen se relaciona con una alquería musulmana, al amparo del antiguo castillo de Sella. Hay referencias documentales en los siglos XIII y XIV, referenciada como una alquería situada en la Vall de Castell y habitada por musulmanes. De hecho en 1510 se residían 47 familias, y en el año de la expulsión de los moriscos, en 1609, 115 familias. Fue Sella repoblada por cristianos viejos procedentes de Mallorca, pero fue incompleta, apenas 43 casas en 1646.

Según J.A. Cavanilles (1797) “el vecindario de este pueblo antes de la expulsión de los moriscos, que no pasaban de 200 familias: al presente hay 400, y van en aumento'.

Calle tradicional de Sella. Rodolfo Ferrer

El crecimiento demográfico fue espectacular durante el siglo XVIII, de manera que en 1787 había unos 1.600 habitantes, pues Sella experimentó una espectacular expansión agrícola basada en el almendro y el viñedo. Fue entonces cuando se produjo la construcción de caseríos repartidos por el término: caserío de Tagarina, en las proximidades de Aitana, Les Forques, Almusent, Aguilar, Rapella… y en las proximidades del puerto de Tudons, la Venta y Seguró.

La evolución demográfica durante el siglo XX se ha caracterizado por un continuo descenso, motivado por diversos procesos: durante las primeras décadas fue la emigración a Argelia y Marruecos, más adelante los núcleos urbanos de Alicante, y a partir de mediados de siglo, la atracción de los núcleos turísticos del litoral, en particular, La Vila Joiosa y Benidorm. En 1900 había 1.758 habitantes, en 1940, 1.454, y en 1960, 1.260. Desde entonces Sella ha tenido menos de 1.000 habitantes. En 1981 había 690, en 1998, 580; en 2004, cierta recuperación, con 650; y en la actualidad, 2021, 578.

La Iglesia de Santa Ana. Rodolfo Ferrer

Una economía en transformación: agricultura, construcción y turismo

El barbecho social está muy extendido, como consecuencia del proceso de abandono de tierras de cultivos: había 1.600 hectáreas cultivadas en 1970, mientras que alrededor de 500 ha en la actualidad. El regadío se localiza en terrazas en torno al río Sella. Los cultivos aparecen dispuestos en graderío, parcelas abancaladas que se adaptan a las numerosas pendientes. Un paisaje característico de la media montaña mediterránea, con regadío en las vegas y cultivos de secano en los bancales escalonados. En las partes más altas, hallamos bosque mediterráneo. Destaca el almendro, que ocupa 344 hectáreas, seguido del olivo, con 54 ha. Otros cultivos son el algarrobo (14 ha), el caqui (14), los cítricos (10), los cerezos (6), y las hortalizas (10).

Destaca el sector de la construcción, pues hay una gran demanda de albañiles en el litoral próximo, la Vila Joiosa y Benidorm, y en el propio municipio, por demanda de segundas residencias y reformas locales.

Vista de Sella, desde la Ermita. Rodolfo Ferrer

Patrimonio cultural de Sella

El pueblo se localiza al pie del antiguo castillo de Santa Bárbara y la Ermita, en la solana de una ladera en la cual se ha ido adaptando el callejero. Las calles siguen las curvas de nivel, o las salvan mediante calles estrechas y en pendiente. Predominan las casas encaladas y tejados pardos. En la plaza Mayor se alza la iglesia parroquial de Santa Ana, así como los edificios más representativos, como el ayuntamiento y la casa señorial de los Calatayud. La iglesia fue construida en el siglo XVI, en ella destaca su campanario.

Su origen se relaciona con una alquería musulmana, al amparo del antiguo castillo de Sella. Hay referencias documentales en los siglos XIII y XIV, referenciada como una alquería situada en la Vall de Castell y habitada por musulmanes.

Destaca el patrimonio hidráulico relacionado con el uso del agua de las fuentes del entorno y del río Sella: azudes, acequias, fuentes… que configuran un paisaje del agua muy atractivo. De hecho, Sella cuenta con la Senda Local SL-CV 112 Ruta del Agua, que constituye un referente en esta parte del territorio: durante 6,6 km, en una ruta circular, se puede apreciar una parte de ese patrimonio hidráulico. Otras rutas son destacables, como el Alto de la Penya de Sella, la Font de Forata por el Collado de l´Arbre, el Port de Tudons o la Senda l´Aguilar (dirección a Relleu). De la misma manera sobresale el sendero PR-CV-12, entre Sella y Finestrat; se trata de un sendero de dificultad alta, de unos 17 km, que transcurre también por Benimantell. El PR-CV-199, Sella-Collado Travesa-Sella, un sendero de unos 10 km, que recorre el noroeste del término de Sella, de dificultad media, apta para paseos familiares. Finalmente, el PR-CV-10, Sella-Benifato-Beniardà, de 21,3 km, aconsejable para senderistas en forma, con un desnivel próximo a los 1.000 m.