­

El conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón, falleció en la tarde de ayer como consecuencia de un ataque al corazón en su casa, en San Vicente del Raspeig, a los 61 años de edad. El fallecimiento se produjo alrededor de las 17.30 horas. Una de sus hijas lo encontró sin conocimiento en una sala a la que se había retirado a descansar. Hasta el domicilio se trasladó una unidad SAMU, que no pudo hacer nada por salvar su vida.

García Antón, ingeniero de caminos y conseller desde el año 1998 con el Partido Popular, estaba casado con la alcaldesa de Sant Vicent del Raspeig, Luisa Pastor, y tenía cinco hijos y siete nietos. El fallecimiento repentino de García Antón causó una gran conmoción en la vida política de la Comunidad Valenciana y las muestras de condolencia se repitieron durante toda la jornada, desde las filas del Consell hasta las de la oposición, así como de representantes de todos los sectores económicos y sociales de la provincia de Alicante y de la Comunidad.

El conseller, que mantenía fuertes vínculos con Alicante —donde desarrolló las dos principales infraestructuras de la ciudad: las obras antirriada y el Tram—, pasó precisamente en ella su última jornada de trabajo, tras visitar a las 11 horas en Aspe las obras de infraestructura hidráulica del postrasvase Júcar-Vinalopó, cuyo proyecto calificó «de gran calado» por su beneficio para las comunidades de regantes, pese a recordar que el trazado final decidido por el Gobierno central «no era el mejor posible» frente al que defendía el Consell. El recorrido por la provincia de Alicante continuó a las 12.30 horas en Puertas de Murcia (Orihuela), donde visitó otras obras de modernización de regadíos, y allí tampoco escatimó críticas al Ejecutivo de Zapatero tras considerar «increíble» que la desaladora de Torrevieja vaya a contar con un suministro insuficiente desde sus inicios.

Su agenda de trabajo debía continuar hoy también en territorio alicantino. Tenía previsto acudir a Alcoi para firmar un convenio de desarrollo de viviendas de protección pública y después se trasladaría a El Campello para informar de la campaña de recogida de residuos en el litoral valenciano. Defensor a ultranza de los trasvases como solución a los problemas hídricos de la Comunitat, el conseller García Antón siempre confió en que las aguas del Ebro llegarían algún día a tierras valencianas, tras la derogación en 2004 de la transferencia hídrica.

Dilatada trayectoria

García Antón, que nació el 20 de marzo de 1948 en San Vicente del Raspeig, fue profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, Área de Ingeniería Hidráulica (1972-1995), ingeniero municipal del Ayuntamiento de Benidorm, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Alicante (1984-1995) y gerente de Proaguas-Costablanca SA, empresa pública de la Diputación Provincial de Alicante (1993-1995). En 1995 fue nombrado director general de Obras Públicas y en 1997 pasó a ocupar la Subsecretaría de Obras Públicas de esa conselleria. El 17 de marzo de 1998 fue designado conseller de Obras Públicas por el presidente Eduardo Zaplana.

Tras las elecciones de 2003, Camps lo nombró titular de Infraestructuras y Transportes. Bajo su mandato tuvo lugar, el 3 de julio de 2006, el accidente de metro de Valencia, tragedia por la que la oposición reclamó su destitución.

No obstante, Camps lo mantuvo y en 2007, tras la nueva victoria electoral del PP en la Comunitat, lo nombró conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda. Era diputado autonómico por Alicante y miembro nato del Comité Ejecutivo del PPCV. Aunque todo el mundo da por hecho que Camps iba a remodelar su Ejecutivo, la desgraciada pérdida lo obliga ahora a tomar seguro decisiones en las próximas fechas.