Juan María Calles se enroca con su acta de concejal y la ejecutiva del PSPV de Castelló, que el martes solicitó su baja del grupo municipal, además de la de Mario Edo, amenaza con acudir a la dirección federal de Ferraz para forzar la marcha de ambos. La dirección socialista ofrece a ambos unos días de reflexión –hasta la toma de posesión del 11 de junio– para que cambien de actitud y «tengan un gesto de responsabilidad y generoso» con el partido, subrayó ayer el secretario local, Josep Lluís Grau. En el caso de que mantengan su posición, que ayer seguía invariable, el PSPV de Castelló llevaría el asunto a Madrid, según fuentes de la ejecutiva. Grau, no obstante, descarta una apertura de expediente o su expulsión del grupo.

El pulso de Calles a la ejecutiva podría acabar en su defenestración del partido y abrir el enésimo cisma en el seno del socialismo de Castelló. Tras la debacle electoral, el hasta ahora portavoz se ha quedado prácticamente sin apoyos en la agrupación, ni siquiera cuenta con uno de sus antiguos valedores como el secretario local. La mayoría de la ejecutiva así como la del grupo municipal, excepto él y Edo, quieren que se tomen «unas vacaciones anticipadas».

A diferencia de las candidaturas autonómica y provincial, donde no ha habido ninguna dimisión, la ejecutiva de Castelló ha optado por impulsar cambios inmediatos en el grupo municipal, y en su reunión del martes, a la que no asistió Calles porque según él ya había dimitido la semana anterior de portavoz, resolvió «solicitar» la baja del grupo del candidato municipal y del director de campaña, Mario Edo, y postuló como portavoz a la número dos de la lista municipal, Amparo Marco, y como adjunto a Josep Lluís Grau.

La comisión de la capital de la Plana responsabiliza en buena parte de la derrota electoral a Calles y Edo por promover «un liderazgo personalista», según explicó Grau en rueda de prensa. «Calles ha sido dos veces candidato y no iba a repetir una tercera. Se abría una posible situación de interinidad y pensamos que si ha de haber un relevo ha de ser ahora. Por ello iniciamos un nuevo camino en el grupo, con una nueva organización y un trabajo basado en el equipo», indicó.

La ejecutiva ha programado una primera fase de diálogo en la que se intentará convencer a Calles y Edo de que el futuro pasa por su «sacrificio personal». El secretario local recordó que el acuerdo de la dirección cuenta con el respaldo del secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y del provincial, Francesc Colomer.

Si las negociaciones fracasan, la dirección castellonense se plantearía llevar la negativa de Calles a Ferraz, según fuentes de la ejecutiva. Con siete de los nueve ediles en contra, la continuidad de Calles amenazaría la estabilidad del grupo municipal, según las mismas fuentes. Grau rechazó ayer la expulsión de los dos del grupo –«no está en la agenda»–.

Decisión «precipitada»

El secretario de Política Municipal de la ejecutiva de Alarte, Josep Maria Ángel, reiteró el respeto de Blanquerías a la decisión de Castelló, pero la consideró precipitada y apuntó que «no hacía falta este acuerdo». «Hace falta sosiego y Calles y Edo han dado la cara por el partido». Por su parte, Calles aguarda la celebración de una asamblea municipal para clarificar su situación. Esta será convocada en breve, avanzó Grau, y abordará posibles cambios en la ejecutiva, que pondrá sus cargos a disposición. Allí comprobará la correlación de fuerzas, y todo apunta que sus apoyos serán mínimos y que la actual ejecutiva continuará.

Los socialistas perfilan su grupo en la diputación con la duda de si Colomer sigue de portavoz

La debacle electoral ha descabezado al PSPV castellonense, que se sustenta sobre un trípode que tiene como patas la comarca de Els Ports y los municipios de Almenara y Vila-real. Los dirigentes de estas agrupaciones tienen en sus manos la reconstrucción del partido y la confección del grupo socialista en la diputación. La continuidad de Francesc Colomer en la portavocía sigue en el aire.

PP y Bloc ya han decidido a sus representantes en la diputación para los próximos cuatro años. El PSPV empieza a encajar las piezas del complicado rompecabezas. Son muchos los aspirantes para apenas ocho actas de diputado, dos menos que en 2007, lo que obliga a establecer turnos de dos años.

Los diputados de la zona norte están prácticamente definidos. Por el partido judicial de Vinaròs todo indica que el mandato se lo repartirán los alcaldes de Rossell, Evaristo Martí, y el de Santa Magdalena, Sergio Bou. La misma fórmula podría aplicarse en la comarca de Morella, con una alternancia del alcalde Forcall, Santi Pérez, y, probablemente, Josep Gisbert, de Cinctorres.

Por el partido judicial de Nules se han conseguido dos escaños. Uno será para Almenara, que podría recaer en Estíbaliz Pérez, mano derecha de Vicent Gil. El segundo se lo disputan varios municipios, como son la Vilavella (Sebastià Rotglà), Onda (Juan Miguel Salvador) o Burriana (Mercedes Sanchordi).

El escenario más abierto es el del partido judicial de Castelló, de donde saldrán cuatro diputados. Dos municipios tienen asegurado un escaño: Vila-real y Castelló. Por el primero podría repetir Francisco Valverde y por el segundo sigue sonando el nombre de Amparo Marco, aunque hay quien señala también a Pep Lluís Grau. La gran incógnita es si Francesc Colomer seguirá o no en la diputación.

Comité provincial

La comisión ejecutiva del PSPV se reunió ayer de nuevo para convocar al comité provincial, máximo órgano entre congresos, el próximo lunes. En la cita se analizarán los resultados electorales y el secretario general dará explicaciones. Firma: Jordi Ruiz