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Juanli Carrión

Inmigración e identidad en un jardín urbano

Inmigración e identidad en un jardín urbano

El arte contemporáneo es cada día más arriesgado y político sin abandonar su componente estético y, en ocasiones, hasta sirve de introducción a la antropología sociocultural o a la botánica, es el caso del proyecto OSS#VLC (Outer Seed Shadow: Valencia), del artista Juanli Carrión, producido por la Universitat de València en colaboración con el Jardín Botánico y la galería Rosa Santos.

Se trata de una gran instalación ajardinada con la forma de la ciudad de Valencia trazada en madera reciclada y que se encuentra ubicada en el Claustro del Centre Cultural La Nau desde el pasado 19 de septiembre. En ella crecen plantas y árboles procedentes de geolocalizaciones muy diversas, que nadie esperaría ver en el mismo trozo de tierra, ni siquiera sabríamos en primera instancia si son capaces de sobrevivir coexistiendo, ya que pueden, por ejemplo, responder de forma opuesta a según qué condiciones climáticas.

El hecho de «obligarlas» a estar juntas, a crecer en sintonía pero cada cual con su abono específico y tipo de riego, es decir, sin perder sus particularidades, no es baladí ni puro efectismo, sino la metáfora perfecta para abordar un tema candente: el de la inmigración masiva, sus motivos, sus pormenores, su trasfondo y sus posibilidades.

El proyecto no habla solo del conflicto en Siria o el drama de los refugiados de allí o inmigrantes que llegan constantemente a España y otros países mediterráneos desde el Norte de África, habla de la inmigración en general y, más concretamente, de la identidad cultural que tenemos en el ámbito individual y colectivo. Y qué define esa identidad cultural: ¿es el idioma?, ¿es la etnia?, ¿la religión?, ¿las costumbres? El artista, a través de una serie de entrevistas a inmigrantes de diferentes países, 19 en total, una por cada distrito de la ciudad, elabora una serie de materiales documentales que le llevan a narrarnos sus historias. Pide, después, que de uno en uno, le sugieran una planta que asocian a su localidad de origen, e idea un plan para poner todas en conjunto, en armonía, con ayuda de expertos en botánica y paisajismo.

Esta propuesta viene de Nueva York, donde el artista reside y llevó a cabo su primera fase. En el inicio está su propia experiencia como inmigrante español en Estados Unidos, fascinado por las disparidades y semejanzas en cuanto a paisaje urbano y natural. Hizo una instalación-jardín con la forma de Manhattan, se expuso en una zona pública durante meses. En Manhattan fueron 35 entrevistas y 35 cultivos porque se corresponde con el número de distritos de allí.

No es la primera vez que trabaja en torno al concepto de paisaje como herramienta didáctica en su carrera. «Puede haber muchos tipos de paisajes, el paisaje físico, el paisaje emocional... Busco crear un paisaje o, en inglés, ´landscape´, es decir, punto de vista, basado en un conflicto social para cuestionarlo. En el contexto de este proyecto la idea del jardín es ilustrar las relaciones sociopolíticas que derivan de la inmigración y la multiculturalidad», explica Carrión, natural de Yecla (Murcia) y licenciado en Bellas Artes por la Universitat Politécnica de València.

En la galería Rosa Santos se complementa el proyecto de La Nau con la exposición Autoctonía hasta el 23 de octubre. En ella están los dibujos que contienen coloreados en letras que forman la imagen de cada una de las plantas con los 148.123 caracteres de la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros.

La intervención en La Nau se podrá visitar hasta el 20 de diciembre aunque se intuye la intención de prorrogarla por parte del centro dado el interés que despierta, precisamente, el ecosistema que va creándose mientras crecen y se relacionan todas las plantas en convivencia, además de que el artista, por otro lado, ha propuesto iniciar un proceso de adopción anónima de cada planta por parte del público que lo solicite cuando vaya a desmontarse la instalación, proceso que, suponemos, también llevará su tiempo. Trasplantar a un ser vivo que ha echado raíces en un lugar no es fácil, es un asunto bien delicado, esas plantas tendrán que marcharse con las personas más indicadas y que hayan recibido instrucciones para su adecuada integración en el nuevo hogar.

@MarisolSalanova

www.marisolsalanova.com

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