Los agentes de la Policía Local de Alzira ya no tendrán que recurrir al cuerpo a cuerpo para reducir a personas que muestren comportamientos violentos o esgriman un arma blanca. Tienen a su disposición desde esta semana dos pistolas eléctricas que, a través de unos pequeños dardos, provocan una descarga que deja inmovilizada a cualquier persona -o animal- durante unos segundos, lo que permite a las fuerzas de seguridad reducirla sin necesidad de recurrir a la fuerza.

Se trata de dos armas que el ayuntamiento adquirió hace ya algunos meses, aunque hasta el momento no habían salido del retén. Ha sido esta semana, coincidiendo con las fiestas de Sant Bernat, cuando las patrullas que trabajan por la noche las han sacado por primera vez, aunque no han tenido que usarlas, comentó ayer la concejal de Policía Local, Sara Garés.

La edil señaló que se trata de un arma que evita que los agentes tengan que emplear «otro tipo de violencia» y recordó que ya se utiliza en municipios como Gandia «desde hace tiempo». Desde jefatura explicaron que se trata de un arma «defensiva» -en el argot un «arma no letal» que evita tener que emplear otra que sí lo es- que no representa ningún problema para la persona que sufre la descarga, ya que se recupera en unos instantes, y señalaron que su uso es incluso recomendable cuando se trata de una persona que está fuera de sí.