Más de un centenar de vecinos de Alzira y de municipios cercanos como Guadassuar o Carcaixent participaron ayer en el acto programado por el Grup de Resposta Social d'Alzira para decir que «Alzira no vol feixisme» y tapar, armados con brocha y pintura, las pintadas con simbología nazi aparecidas los últimos meses en diferentes emplazamientos de la capital de la Ribera. Los más de cien participantes consiguieron eliminar una cuarta parte de los más de 100 grafitis que se han contabilizado por toda la ciudad, y expresar «el rechazo de un pueblo libre» a este tipo de ideología con la participación de las asociaciones de la ciudad.

El acto se inició en la Plaça de la Constitució con unos parlamentos donde se explicó que fue el nazismo y las consecuencias que trajo este movimiento intolerante. Posteriormente, se inició la marcha a ritmo de tabal y dolçaina, que se detuvo en los lugares donde se habían detectado con anterioridad las pintadas racistas y xenófobas con la intención de borrarlas. Gente de todas las edades, de diferente color político y representando a diferentes colectivos sociales formaron parte de la comitiva. De hecho, hasta 27 colectivos dieron apoyo a la iniciativa, contando la marcha con la presencia de algunos representantes de las agrupaciones. El acalde alcireño, Diego Gómez, tampoco se perdió este acto de condena a la intolerancia.

Satisfechos con la marcha

Desde el Grup de Resposta Social, por su parte, se mostraron «contentos» con la afluencia de gente y por los trabajos realizados, y anunciaron que programarán otra marcha en un futuro cercano para continuar con los trabajos e intentar eliminar toda la simbología nazi.