El Partido Popular de Algemesí ha reprochado que los dos concejales de Més Algemesí, Josep Bermúdez y Alfredo Rosa, acudieran a la procesión en honor al patrón de la ciudad, San Onofre, con los lazos amarillos que utilizan una parte de los catalanes para solidarizarse con los políticos presos. «Aprovecharse de un acto religioso e institucional, lo único que denota es el afán de protagonismo y de provocación de los miembros de la formación que se inició como un partido independiente y ha terminado convirtiéndose en un partido pro-independentista. Es patético que se atrevan a dar lecciones de ética a los demás y utilicen una tradición de nuestra población para ponerse al lado de los prófugos de la justicia catalanes», lamentan los populares.

Asimismo, les reprochan que también hayan mostrado su apoyo en redes sociales. «Ya es habitual en los miembros de la formación nacionalista utilizar este distintivo desde que se produjeron las primeras detenciones de los dirigentes independentistas», sentencia la agrupación del PP.

Més Algemesí replica que los populares «juegan a poner en la diana a aquellos que no piensan como ellos». Además, Bermúdez critica que hayan visto la provocación en su solapa. «Ellos son los que tienen un problema, no nosotros. Pero claro, el PP de Algemesí es más de aplaudir el encarcelamiento de cantantes por letras que les molestan. Reclamar la liberación de líderes políticos y sociales encarcelados por ejercer y haber sido consecuentes con el derecho a decidir es una cuestión de higiene democrática a la cual no estamos dispuestos a renunciar Lo que nos preocupa es que ellos, que se autodenominan demócratas, no se hayan manifestado en el mismo sentido, eso sí que lo vemos patético. Que esas supuestas críticas, desfasadas y propias de otro tiempo, vengan de representantes de un partido condenado por corrupción, nos enorgullce», apunta Bermúdez.

Sin vuelta atrás

Més Algemesí asegura que continuarán luciendo el lazo amarillo en los actos que considere oportunos. «Quien no quiera ver el lazo o a quien le resulte provocador, que se tome una tila o que no mire, es así de sencillo. Ellos no son nadie para determinar qué es adecuado llevar o qué es provocador o no. Por nuestra parte, nos pondremos ese lazo o el que nos parezca oportuno, en todos los actos, incluyendo las procesiones», apuntan. «Es evidente que su estrategia es la de estigmatizar al disidente política, estrategia clásica del autoritarismo. No es la primera vez que nos estigmatizan», asevera Josep Bermúdez.