Una imprudencia al volante que acabó saliendo muy cara y podría haber derivado en una tragedia de consecuencias más graves. Un varón de nacionalidad extranjera y mediana edad empotró su utilitario contra el muro de un campo de fútbol de Algemesí tras darse a la fuga después de haber arrollado un carromato empujado por dos caballos.

Los hechos tuvieron lugar durante la mañana del pasado domingo. Todo apunta a que el conductor del vehículo siniestrado abandonaba Alzira tras haber participado de madrugada en los festejos patronales de Sant Bernat. Pasadas las 8 de la mañana atropelló un carro a la altura de las dependencias de la ITV y se dio a la fuga al temer la llegada de los cuerpos policiales.

Luis Quilis circulaba por la carretera donde se registró el accidente y acudió en auxilio de las víctimas. El conductor y uno de los animales resultaron afectados, mientras que el segundo caballo acabó soltándose. «No pude observar el accidente, pero llegué instantes después y sí vi a uno de los dos caballos debajo del carro. Fue un incidente muy aparatoso. Daba la impresión de que el equino estaba muy mal, ya que acabó medio aplastado. Yo trabajo con estos animales y al ver que había gente con el conductor enseguida acudí para calmar al caballo que sí había podido soltarse y que estaba rodeado por un grupo de ciclistas. No quería que la situación fuera a mayores ni que el corcel cruzara las vías por miedo y causara otro siniestro».

Dos sanitarias que pasaban por la zona acudieron en auxilio del conductor del carro, que sufrió diversos traumatismos por el golpe con el coche. Minutos después fue atendido in situ por los técnicos sanitarios que acudieron con una ambulancia y trasladado hasta las dependencias del hospital de la Ribera.

Tras dar el pertinente aviso, hasta el lugar de los hechos acudieron agentes pertenecientes a la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local. Al final, los efectivos lograron cortar todos los elementos de sujeción del animal herido y pudo ser liberado. Sufrió un profundo corte en la parte trasera de su anatomía y fue atendido por un veterinario en la misma carretera. Parece que no corre peligro en la actualidad.

Sin embargo, la historia no acabó ahí, ya que el conductor del vehículo que participó en el accidente y se dio a la fuga acabó empotrando su BMW contra el muro de uno de los campos de fútbol municipales de Algemesí.

Al parecer, perdió el control del vehículo al circular a mayor velocidad de la aconsejada. Después, tras pasar la pertinente prueba de alcoholemia, dio positivo. No sufrió heridas graves aunque el vehículo con el que circulaba destrozó una pared y quedó prácticamente para el desguace.