La falta de rentabilidad de la agricultura y la ausencia de relevo generacional ha provocado un progresivo abandono de cultivos, mayor si cabe en aquellas zonas donde el agua de riego es más cara. Una trabajo de campo realizado por el Ayuntamiento de Alzira a través de jóvenes becarios estima entre un 27 y 30 % el volumen de parcelas abandonadas «en diferentes grados» en aquellas partidas que se riegan con agua de pozos, mientras que en los sectores que se abastecen de los caudales del Xúquer a través de la Acequia Real los campos abandonados se sitúan entre el 17 y el 20 %, según datos facilitados por el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Pep Carreres.

«Tenemos esta observación que nos dice que casi una cuarta parte del término está abandonado en mayor o menor medida», incidió el edil, mientras señalaba que esta realidad justifica el proyecto de modernización de regadíos que impulsan el ayuntamiento y la cooperativa Alzicoop, que prevé ahorros de hasta el 68 % en los campos que todavía riegan a manta. «Al ayuntamiento le interesa que el campo esté habitado, porque el abandono afecta al paisaje, implica un riesgo de incendio y también conlleva la presencia fauna que genera problemas a otros agricultores», señaló Carreres, mientras detallaba que el consistorio está logrando cada vez un mayor grado de cumplimiento de los requerimientos que realiza a los propietarios para que mantengan en condiciones sus parcelas.

El presidente de Alzicoop, Paco Clari, valoró como aparentemente excesivo que se pueda hablar de niveles de abandono de hasta el 30 %, comentó que tal vez se debería diferenciar entre estados de abandono total y semiabandono, aunque en última instancia señaló que continúa aumentando el precio de la energía mientras baja el de las naranjas, lo que deja a los agricultores en una situación más que complicada. Desde esta perspectiva, indicó que el proyecto de modernización que busca abaratar el agua en 21.000 hanegadas del término municipal al recurrir a la energía solar «no se puede parar».

Tanto Clari como Carreres indicaron que, después de las gestiones realizadas con las comunidades de regantes de los valles de la Murta, la Casella y Aigües Vives, el lunes se celebrará una reunión para fijar la hoja de ruta y activar el proyecto. El valle de la Barraca es el que más receptivo se ha mostrado para desarrollar este sistema de riesgo localizado, que prevé recurrir a la energía solar para acumular agua en grandes balsas en altura para después regar por gravedad.

El edil de Agricultura señaló que urge crear un consorcio entre el ayuntamiento y la cooperativa como promotor y, al mismo tiempo, una comunidad de regantes que será la receptora de las ayudas que se puedan conseguir para financiar el proyecto y la encargada de gestionarlo. Carreres señaló que «lo normal sería empezar donde hay más interés, sin descartar otras opciones», apuntó. La creación del consorcio, dijo, permitirá incorporar una partida en el presupuesto del ayuntamiento de 2019 para adelantar el dinero para poder elaborar un anteproyecto que permita empezar a plasmar esta ambiciosa actuación.