El incendio que afecta a una fábrica abandonada de reciclaje de madera ubicada en Sollana y que lleva en activo desde el pasado sábado, aún «tardará más de una semana en ser extinguido», tal como han señalado los bomberos que participan en su control a Levante-EMV.

Mientras tanto, durante las horas centralesde hoy, el humo ya llegaba a la ciudad de València donde en algunos barrios se notaba la neblina y el olor a quemado.

Aunque el fuego «ya está confinado» y no se teme por su propagación, la única solución que existe es «evitar que se extienda y dejar que se consuma el área afectada», comentaron los bomberos. El motivo es que debido a su cercanía al Parque Natural de l'Albufera, deben controlar el agua que se emplea para apagarlo, porque esta se filtra a través de las acequias y del subsuelo y llega hasta los campos de arroz y el lago.

Según ha podido saber este periódico, esta empresa, que fue cerrada en el 2015, no solo almacenaba madera destinada a si triturado y posterior reciclaje, sino que el anterior propietario -que se declaró en concurso de acreedores y por ello, ahora la empresa estábajo tutela del juzgado- empezó a acumular otro tipo de residuos como plásticos o neumáticos, de una forma ilegal.

Con el paso de los años, el terreno de la empresa, situada a la entrada de Sollana, se ha convertido en un vertedero incontrolado, donde se suceden los incendios.

El más importante tuvo lugar el pasado verano (a finales de junio), pero desde entonces, los parques de bomberos han tenido que movilizarse al menos cuatro veces para apagar algunos focos más pequeños. «Hasta que de nuevo se ha producido otro tan importante como este», dijeron los efectivos apostados en el lugar.

Toxicidad en aire y agua

Según explicó Juan José Martínez, alcalde en funciones de la localidad donde se haya la fábrica, se calcula que hay almacenadas en este «vertedero» unas 19.000 toneladas de residuos. Como pudo comprobar este periódico además de madera hay mucho metal, plásticos, bidones y otro tipo de restos.

El agua que se está utilizando para la extinción -y que arrastra inevitablemente los restos del material quemado, se desplaza hacia los canales que bordean el lugar y que desembocan en una de las acequias que llega hasta l'Albufera. «Si a los pocos peces que han sobrevivido a la putrefacción de la paja del arroz, les llega este agua contaminada, la fauna va a quedar muy tocada y también las aves que vienen hasta este parque natural», comentaba uno de los bomberos que trabaja en el foco.

Por su parte, el humo que durante la noche del sábado y la mañana de hoy se dirigía hacia el mar, empezó a virar hacia la ciudad de València por la tarde. «Por supuesto que ese humo es tóxico, porque además aquí hay bidones con sustancias que desconocemos y que podrían ser altamente tóxicos», explicaban.

Aunque se desconoce el origen del fuego, los efectivos desplazados comentaron a este periódico que lo extraordinario de esta ocasión es que el foco se hallaba en el centro del vertedero, «cuando en anteriores ocasiones han comenzado siempre en las partes más exteriores». Esto se debe, explicaron a que hay gente que quiere hacerse con el metal o el cobre que hay allí tirado y al utilizar radiales provocan incendios con las chispas que saltan.

Manifestación vecinal

Los vecinos de Sollana están «cabreados» con la situación. Según José Mérida, residente del municipio, «el ayuntamiento nos tiene desinformados y es una negligencia permitir que se repitan estos incendios con el problema para la salud que suponen». Pero es que además «cuando pasas por allí da mucha pena porque parece un vertedero nuclear».

Ana Tortajada, otra vecina de Sollana, rememoraba cuando en en verano «desde el consistorio nos recomendaron que no saliésemos de casa por el humo». En esta ocasión, el casco urbano no se ha visto afectado pero esta vecina está preocupada porque «que se haya incendiado tantas veces hace pensar que es algo provocado».

Por el momento, los vecinos han convocado una manifestación para el próximo 28 de diciembre en la puerta del Ayuntamiento para reclamar medidas de actuación contra este foco de incendios.