En la era de la información, casi todo lo que uno necesita se encuentra por Internet. Por ejemplo, métodos alternativos para alejar a los perros y que no depositen su orín en la fachada del hogar que, además, no resultan nocivos. Algunos expertos apuestan por repelentes caseros que funcionan mejor que el azufre y que no provocan daño alguno ni al que los manipula ni a los animales o viandantes. Uno de ellos es el limón, ya que la acidez de éste repele a los perros, basta con «preparar un zumo con dos o tres limones y pulverizarlo sobre el sitio en el que hacen orín habitualmente». Lo mismo ocurre con el alcohol blanco, cuyo olor fuerte tampoco agrada a los perros. Bastaría con una mezcla de una parte de alcohol y dos de agua y pulveriza sobre la zona; el vinagre y el amoniaco harán el mismo efecto». Por último, los expertos también aconsejan utilizar pimienta de cayena, ya que «su olor fuerte y su efecto picante hará que el animal quiera salir huyendo hacia otro lado». Todos ellos ahuyentan a los perros sin causar daños.