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El Ayuntamiento de Cullera vuelve a pagar a 9 días treinta años después

Cierra 2018 con un remanente de 3,3 millones tras reducir la deuda y controlar el gasto público

El Ayuntamiento de Cullera vuelve a pagar a 9 días treinta años después

El balance económico del año 2018 en Cullera, el último completo de la presente legislatura, arroja las arcas municipales más saneadas de los últimos años. Algunas cifras, incluso, hacía décadas que no se registraban. Así, la deuda de Cullera alcanzaba al final de 2018 el 54,32 % del presupuesto municipal, muy por debajo del máximo legal permitido (del 75 %) y a años luz del 181,59 % alcanzado en 2012, año en el que el déficit municipal alcanzó su tope histórico con cuarenta millones de euros. El periodo medio de pago a proveedores, por otro lado, se sitúa en 9,19 días, dentro del máximo legal de 30 días. Según trasladan desde el ayuntamiento, ambas cifras no se veían en los balances de Cullera desde los años 80.

Son dos de los datos que se desprenden de la liquidación del presupuesto municipal de 2018, presentado ayer y que se llevará a pleno el próximo martes. El ayuntamiento cerró 2018 con un remanente positivo de tesorería de 3.353.527 euros, lo que arroja un ahorro acumulado durante la legislatura superior a los 8,6 millones de euros. Jordi Mayor, alcalde de Cullera, contrapuso esta situación con los 12 millones de euros de déficit que se acumularon durante el periodo 2011-2015.

Mayor puso de relieve, asimismo, que al final del ejercicio las facturas sin consignación presupuestaria eran inexistentes, un hecho que ha calificado como «todo un éxito» en comparación con la coyuntura consistorial en 2011, cuando los recibos no registrados en los presupuestos acumulaban un montante total de 13 millones de euros.

«El ayuntamiento está saneado»

Al cabo de la presentación del informe, Jordi Mayor declaró que el ayuntamiento «está saneado» después de la legislatura, «la primera en la historia democrática de Cullera que no genera nueva deuda», en palabras del primer edil. Según explicó, en 2015 «ninguna empresa quería trabajar para el consistorio» debido a las facturas acumuladas, que «tardaban años en pagarse», en palabras del alcalde. «Cuando entramos en 2015 nos encontramos con deudas millonarias ocultas. Gracias al control del gasto y a una gestión eficiente, le hemos dado la vuelta a la situación», indicó Mayor, que no dudó en elogiar la gestión de las cuentas públicas por parte de las concejalías pertinentes.

Jordi Mayor atribuyó el éxito económico de la legislatura al «esfuerzo de la ciudadanía» a la hora de afrontar la mala situación económica. «Apostaron por el cambio y el buen resultado alcanzado es incuestionable», explicó Mayor, que añadió que Cullera ha pasado a ser «el modelo a seguir» después de unos años en que era el paradigma de lo contrario. El informe del interventor municipal destacaba que «se han superado con creces» los parámetros del plan económico del municipio, «un aval al trabajo bien hecho», trasladó el alcalde.

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