Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

de ayer a hoy

Embajadores de las fiestas

El colectivo Fallers pel Món consigue un gran éxito en Andorra la Vella

Un instante de la «despetà» desplegada en Andorra. alfonso rovira

La bella Andorra la Vella, el pasado fin de semana, parecía una improvisada colonia valenciana. Invadieron y conquistaron la capital del Principado más de dos mil valencianos para exhibir por vez primera las fallas fuera del territorio nacional.

La ofrenda de flores se llevó a cabo ante el frontispicio de la iglesia de Sant Esteve, donde policías locales ataviados con uniforme de gala custodiaban la imagen de la patrona de los valencianos. Los mismos guardias portaron la imagen hasta el interior de la iglesia, que estaba completamente llena de falleras y falleros. Sorprendió que el celebrante, Pepe Gisbert, nos comunicara en la misa que era nacido en el barrio de Ruzafa de València. Impresionante la celebración, acompañada de un gran órgano manejado por el organista de la catedral de la Seu d'Urgell.

A la ceremonia religiosa asistió la Cónsul Mayor, Conxita Marsol, acompañada del embajador de España en Andorra, Ángel Ros; la consellera de Promoción Turística, Mònica Codina, e Inmaculada Onrubia, concejala de Régimen Interior, Participación y Transparencia del Ayuntamiento de Alzira, así como José Enrique Amores, presidente de Fallers pel Món; la fallera mayor Elena Belenguer e infantil Daniela Osca.

La festa fallera mostrada en el país vecino dio comienzo al mediodía del sábado. Un interminable desfile de falleras y falleros, ataviados con el bellísimo traje regional, discurrió por la calles principales. Fueron acogidos con aplausos y admiración por los andorranos que ocupaban las aceras hasta dirigirse al balcón del Comú de la capital para realizar la 'Crida'. La cónsul mayor agradeció la presencia de la nutrida representación valenciana, que llenaba la plazoleta Príncipe Benlloch, donde se ubica el edificio presidencial. Le sucedería en la palabra Elena Belenguer, quien como de costumbre,invitó a todos a participar en la fiesta.

Momentos antes, el salón principal del edificio, acogió el acto oficial de bienvenida. Las falleras mayor y la infantil obsequiaron a la Cónsul Mayor y al embajador de España con la insignia de oro de Fallers Pel Món. A su vez, el presidente Amores y las falleras recibieron unos regalos típicos del país.

En las primeras horas del domingo, los falleros realizaron la 'despertà' por la calles del entorno de la plaza príncipe Benlloch y, al mediodía, partían las filaes de Moros y Cristians, para encontrarse en la plaza que alberga el monumento a Dalí. A este desfile se incorporaron los falleros que vinieron a la fiesta, procedentes, entre otros municipios, de Carcaixent, Alzira, Alberic, Algemesí, Sueca, Alberic o Picanya. Todos ellos dejaron atónitos a los lugareños ya que esta fiesta no es muy conocida entre aquellas fronteras.

A las dos de la tarde, una atronadora 'mascletà' fue disparada en el Parc de l'Estació por la Pirotécnia Crespo de Alzira. El estallido de la pólvora retumbaba por la repetición del sonido entre las montañas que rodean la capital. El eco era ensodecedor. Antes de servir la paella a los valencianos, los andorranos pudieron degustarla acercándose a la carpa para recoger el obsequio que se les había preparado. Todos ellos mostraron agradecimiento por tan generoso y suculento detalle. A media tarde se elaboró el Agua de Valencia y todo el mundo participó en la degustación.

Antes de la no menos popular 'cremà' actuó un grupo de Castellers de la localidad y hubo una demostración de danzas valencianas a cargo del grupo de Carcaixent. También hay que destacar la actuación de los músicos. Sin ellos la fiesta no tendría sentido.

Y como todo tiene un alfa y un omega, a los monumentos de cartón, fabricados por el artista fallero de Carcaixent Pepe Benavent, instalados en el Parc Central, les llegó la hora de prenderles fuego. Un acierto programar este impresionante espectáculo a las ocho y media de la tarde, lo que hizo que se congregaran en el parque alrededor de las 5.000 personas para contemplar la escena, desconocida en este país vecino y muy apreciada por los valencianos.

José Enrique Amores, presidente de Fallers pel Món, ha reiterado que el objetivo del colectivo es visitar nuevas tierras para dar a conocer la fiesta y la cultura velenciana. Por su parte, Conxita Marsol destacó: «Estamos muy contentos de la gran respuesta de los valencianos, que han hecho un ambiente espectacular».

A l'any que ve? ja vorem. Felicitats amics per la bona feina.

Compartir el artículo

stats