El Plan de Uso Público del Paraje Natural Municipal Murta-Casella, aprobado el lunes por el consejo asesor aunque aún debe ser refrendado por el Ayuntamiento de Alzira tras un proceso de exposición pública, abre la puerta a cobrar al visitante para financiar inversiones en este entorno natural a través de la creación de un Fondo económico para la sostenibilidad de la gestión. La propuesta se articula sobre dos grandes ejes, uno de aportación obligatoria por los usuarios y otro de carácter voluntario.

El documento vislumbra de forma genérica que, en el primer caso, el pago obedecería a la prestación de un determinado servicio, la ocupación o uso de una determinada instalación, equipamiento o área o la visita a una determinada área restringida de especial valor. Fuentes consultadas señalaron a modo de ejemplo la posibilidad de fijar una entrada simbólica para acceder al jardín romántico o la casona de la Murta y, como una propuesta a más largo plazo, valorar el establecimiento de una tarifa por el aparcamiento.

El documento no contempla fijar un pago por acceder al paraje natural, si bien defiende la implementación de este fondo para la sostenibilidad como una fórmula para promover «una mayor corresponsabilidad de los usuarios en el mantenimiento del Paraje Natural Municipal, que a la vez revierta en una inyección económica directa y exclusiva en su gestión». Este fondo se nutriría también de las sanciones que se puedan imponer por el incumplimiento de las normas que rigen la gestión del paraje.

Regulación del acceso

Como ayer reveló Levante-EMV, una de las principales aportaciones de este Plan de Uso Público es que plantea una restricción de acceso estableciendo unos cupos por franjas horarias, de 400 personas en turnos de 2:30 horas en el caso de la Murta y de 550 visitantes en la Casella, un paraje más amplio y con menor presión. De hecho, el Plan de Uso Público aboga por dirigir flujos de visitantes hacia las montañas de la Casella e incluso contempla la creación de un punto de recepción en las parideras.

Como forma de regular la afluencia, el documento que inicia ahora su tramitación plantea la obligación de realizar una reserva previa a través de una aplicación informática en la que el visitante podrá conocer la afluencia prevista en cada franja horaria.

Con todo, tanto a primera hora del día como por la tarde se dejarán franjas horarias de acceso libre para facilitar que los vecinos de Alzira también puedan disfrutar del paraje natural.