«Nuestra misión consiste en conservar estos productos de la naturaleza lo más puros posible y procesarlos para crear deliciosos productos finales». Así se presenta Ardo, una multinacional que protagonizará en los próximos cuatros años una de las inversiones más potentes en la comarca ribereña, exactamente en Benimodo. Tras haber desembolsado ya diecinueve millones de euros para configurar una de las plantas de exportación de verduras más importantes del mundo, está previsto que la inversión llegue a los cincuenta millones hasta 2022, lo que provocará una dinamización sin precedente en la localidad y también en la zona que engloba a Carlet y l'Alcúdia. Y es que Ardo (que adquirió lo que antiguamente fue Frudesa) tiene previsto hacer de su sede en Benimodo una de las centrales más importantes del mundo en la exportación de productos congelados, destinándose a grandes mercados como el norteamericano y el japonés. Ardo se ha situado ya como el mayor productor de verdura congelada de Europa y por facturación es la segunda empresa del mundo en dicho sector.

La consecuencia directa de la apuesta de la multinacional por Benimodo se ha notado ya en el municipio. Los 170 trabajadores que hasta el momento estaban ejerciendo han pasado a 250 y la empresa tiene intención de seguir ampliando la producción, por lo que también se realizarán nuevas contrataciones. Los números de Ardo asustan. Cuenta con 21 empresas en nueve países y un volumen de mercado de mil millones de euros, con 860.000 toneladas de producción y tratamiento de alimentos. Exporta a más de cien países y cuenta con 3.800 empleados en el mundo, con 3.500 agricultores y más de 50.000 hectáreas para cultivar sus alimentos. En Benimodo está previsto que se doble la producción en tres años. Pero más allá de las proyecciones, hechos. En el último año ya se ha incrementado un 50 %. En Benimodo ya se trabaja con 28.000 toneladas al año.

Beneficios para los trabajadores

La producción de Ardo está asegurada a lo largo de todo el año. Durante la primavera (más o menos en los meses actuales) se trabaja con la denominada hoja (caso de espinacas o acelgas), con guisantes y también con brocoli. Para el verano se reserva el maíz y el pimiento, mientras durante el otoño se vuelve a trabajar con brocoli y hoja. En invierno se intensifica el tratamiento de brocoli.

La multinacional belga salió al rescate de Frudesa, una compañía que pasó por grandes problemas no hace tanto. «La empresa de Benimodo pasó por dificultades pero Ardo decidió apostar por ella porque considera que está magníficamente situada y puede servir para el crecimiento que está experimentando la compañía. Vamos a protagonizar una importante inyección que repercutirá en toda la zona. Un crecimiento que también va consensuado con los trabajadores, que recientemente vieron como se firmaba un acuerdo con el comité para asegurar la empleabilidad, lo que asegura el desarrollo profesional», argumenta el gerente de la empresa, Miguel Ángel Gil.