El Ayuntamiento de Villanueva de Castellón fue pionero en la comarca en fijar un límite de velocidad de 20 km/h en algunas calles del centro urbano, por debajo incluso del que establece la declaración de «Ciudad 30» que ya imperaba en la localidad, y también lo ha sido en instalar señales inteligentes que miden la velocidad a la que circulan los vehículos, la muestran en un panel y recuerdan a los conductores que no pueden superar ese límite de 30 km/h.

El consistorio ha instalado estas señales en las dos vías de acceso al núcleo urbano, la CV-541 que conecta con la Pobla Llarga y la entrada desde la autovía A-7; en la avenida Blasco Ibáñez, junto al colegio público Severí Torres y una en el centro, en la Plaça de l'Església. «La idea es ir instalando más delante de los colegios», comentó el alcalde, Òscar Noguera, mientras detallaba que las señales se han programado para mostrar la velocidad a la que circulan los vehículos, siempre que no superen los 40 km/h -salvo en un caso que marca hasta 50 km/h- y muestran en la pantalla un mensaje de agradecimiento cuando se circulaba por debajo de 30 km/h o, en caso de superar el límite establecido en el casco urbano, emplaza a moderar la velocidad e informa al conductor de los puntos del carné que perdería si fuera sancionado en ese momento.

Noguera explicó que se ha evitado que los radares informen de la velocidad a la que circulan los vehículos por encima de 40 km/h para evitar que algún conductor, especialmente en el caso de la gente más joven, pueda tener la tentación de probar hasta qué registro puede alcanzar. Por otra parte, destacó que la instalación de estas señales inteligentes tiene un efecto disuasorio en los conductores que rápidamente moderan la velocidad cuando las luces rojas alertan de que circulan por encima del máximo permitido. Si al pasar por el radar el vehículo circula a menos de 30 km/h, la información aparece en color verde con un mensaje amable: «Gràcies».

El alcalde de Villanueva de Castellón comentó que medidas como la limitación de la velocidad o la instalación de estas señales inteligentes tienen como objetivo pacificar el tráfico y recordó que, especialmente en aquellas calles «más anchas y rectas», había un problema por la velocidad a la que circulaban algunos vehículos. Según indicó, las nuevas señales han tenido una buena acogida y aunque siempre puede haber algún «exaltado», comentó, «la gente las está respetando bastante».

Esta medida se complentará con la instalación de reductores de velocidad en determinados puntos del núcleo urbano, siguiendo la política impulsada por el ayuntamiento para mejorar la seguridad en las calles.