El entorno urbano de Alberic acoge otras dos huellas que dejó la crisis en forma de estructuras de hormigón. La Casa de la Música, un proyecto que impulsó Enrique Carpi como alcalde con una inversión estimada de casi 3,3 millones de euros, se tuvo que abandonar cuando el ayuntamiento había gastado alrededor de un millón y no hay perspectivas de que las obras se puedan retomar a corto o medio plazo.
La construcción del que estaba destinado a convertirse en un edificio singular de Alberic arrancó formalmente en marzo de 2009, si bien el proyecto se venían anunciando desde al menos tres años antes- y quedó paralizó dos años después. La corporación actual no tiene planes de retomarlas. «La ilusión sería acabarla el edificio como Casa de la Música, pero se necesitaría mucho dinero», admitió el actual alcalde, Toño Carratalá, mientras detallaba que las únicas actuaciones realizadas en los últimos años han sido cerrar la estructura y finalizar las aceras del entorno.
Otro futuro aguarda al proyecto diseñado como Casal Jove, una de las actuaciones que se incluyó en el denominado Plan Camps y que, por diversos motivos, se encuentra paralizado también desde hace prácticamente ocho años. El Ayuntamiento de Alberic ya decidió a finales de 2015 cambiar el uso, aprovechando la construcción inacabada como base para habilitar un centro de día aunque, sigue a la espera de poder acometer esta iniciativa, que eliminaría otra huella de la crisis. «Lo tenemos aprobado y estamos a la espera de que la Conselleria de Hacienda autorice la licitación de las obras», comentó.
