La vía de la expropiación forzosa es el único camino posible. El cementerio es público, aunque conceda usos privativos a particulares para dar sepultura a los vecinos que fallecen. Del mismo modo que se concede dicho permiso, se puede retirar. Legalmente, sus herederos tendrían pocas posibilidades de vencer en un litigio que, con toda seguridad, fijaría un precio de indemnización. Además, cabe señalar que, upuestamente, ésta desciende a medida que pasa el tiempo ya que se compensaría la parte proporcional del derecho funerario que se le arrebataría. Con todo, se trata de una vía que en estos momentos parece ser demasiado farragosa para el ayuntamiento, que desde la pasada legislatura no ha realizado ninguna gestión para retirar de su cementerio al criminal croata.
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