Un grupo de ciudadanos, apoyado por diversas asociaciones cívicas de Carcaixent, comenzará hoy a limpiar cientos de pintadas, en su mayoría de exaltación de la ideología nazi, realizadas en los últimos años en el término municipal. El colectivo se declara «cansado de encontrar más de 700 pintadas de simbología fascista y con mensajes de odio» y, ante la inacción institucional, ha decidido dar un paso para eliminarlas. Esta acción cívica es paralela y complementaria a la instrucción judicial abierta contra el principal sospechoso de las pintadas, que fue pillado in fraganti e indentificado por agentes policiales.

La limpieza de las pintadas se llevará a cabo los sábados. Los organizadores facilitarán la pintura y se establecerán diferentes rutas para taparlas hasta que no quede rastro. El movimiento se gestó al calor de las iniciativas emprendidas por la Conjejalía de la Memoria Histórica, que mantuvo viva a lo largo de la última legislatura una labor pedagógica desarrollada entre los alumnos de cuarto de ESO para concienciar a los jóvenes sobre la necesidad de condenar y perseguir los delitos de odio.

El grupo que promueve el borrado de las pintadas también ha impulsado, a través de la plataforma Change.org, una recogida de formas para reclamar al ayuntamiento que retire las pintadas y se muestre más activo con la puesta en marcha de campañas de concienciación y prevención de delitos de odio. También solicita que se sume a la acción judicial emprendida contra el supuesto autor para que pueda pagar por sus actos. Hasta ahora ya se han recogido casi 700 firmas a través de internet y se espera alcanzar el millar cuando se sumen los documentos de rúbricas repartidos en los comercios.

Un grupo muy plural

Forman parte del colectivo ciudadanos de diversas ideologías. «Es un grupo muy plural que se muestra muy preocupado por la presencia de numerosas pintadas de odio junto a los colegios y el instituto de la localidad», apuntó ayer uno de sus inspiradores.

Para llevar a cabo la limpieza de las pintadas se ha desarrollado una labor previa de contacto y solicitud de permisos entre los propietarios de las paredes pintarrajeadas. Otros muchos mensajes de odio se han escrito sobre muros de propiedad pública. En estos casos no se actuará a la espera de que lo asuma el ayuntamiento.