Los alcaldes de Sueca, El Perelló y Mareny de Barraquetes se han mostrado indignados ante la negativa del Ministerio para la Transición Ecológica de ayudar económicamente a paliar los daños del último temporal. La Demarcación de Costas no tiene previsto aportar ninguna cantidad económica a la reparación de los paseos marítimos destrozados por el fuerte oleaje y el intenso viento desatados por la tormenta Gloria. La incomprensión inicial ha dado paso a la más enérgica repulsa por el «maltrato y la condena a la despoblación y a las pérdidas millonarias» que supondrá esa decisión ministerial para la economía de la zona costera de Sueca. Por ello «acudirán donde haga falta para que se les escuche en defensa de la supervivencia de estas poblaciones y los intereses de sus vecinos». Y estudiarán llevar a cabo acciones más contundentes

Costas ha hecho saber a los alcaldes que solo actuará para regenerar la arena de las dunas afectadas en zonas de playa naturales, sin ocupación de dominio público; en la escalera del puente que cruza la conocida como Gola de Motilla, y en la retirada de la cimentación de una antigua construcción pegada al mar también en la zona de Motilla. Los ayuntamientos de la zona interpretan que la decisión supone «un abandono completo por parte del ministerio, que está dejándose llevar más por un ecologismo radicalizado que por los derechos fundamentales de las personas y la sostenibilidad de los pueblos».

Los técnicos municipales de Sueca apuestan por la reconstrucción de los paseos con estructuras y materiales especiales, hidrodinámicos, acordes a las características del lugar. Y recuerdan que aquellos tramos construidos más recientemente, con reforzamientos, no han sufrido daños frente a las partes más antiguas sin una cimentación adecuada. También remarcan que las medidas correctoras que se aprobaron en 2012 sobre la ampliación del Puerto de Valencia «no se han cumplido, han favorecido la variación de las corrientes y han perjudicado notablemente a nuestras playas». Por ello, en el último pleno municipal, el equipo de gobierno presentó una moción solicitando que dichas medidas sean una realidad lo más pronto posible para evitar la erosión de la costa.

Los ayuntamientos, una vez conocida la negativa de Costas, trabajarán en facilitar el acceso a las viviendas y locales comerciales ya que deploran que haya ciudadanos que únicamente pueden acceder a sus viviendas por el paseo marítimo. «¿Es que no piensan en el mal que le están haciendo a las personas?», se preguntó ayer Juan Botella, alcalde de El Perelló, para quien la decisión del ministerio impedirá la comunicación fluida de personas que existía entre las diferentes urbanizaciones de la costa. «Va a ser una verdadera ruina para el municipio. Nadie invertirá en viviendas en nuestra zona. El Estado lucha contra la despoblación y a nosotros nos van a cerrar turísticamente todas las posibilidades».

El alcalde de Sueca, Dimas Vázquez, destacó que peligra disponer del paseo totalmente reparado antes del verano. «Nosotros somos ecologistas como el que más, porque un 70% de nuestro territorio se encuentra dentro del parque natural, pero debe haber un punto de encuentro entre el medio ambiente, la economía y la sociedad. No se puede ir ni a un extremo ni al otro. Hay que buscar un punto de encuentro, que es lo que no se ha hecho con esta decicisión», enfatiza Vázquez.

El alcalde del Mareny de Barraquetes, Jordi Sanjaime, intuye que lo que pretende el ministerio «es que volvamos a la situación que se vivía hace 100 años y que desaparezcan los paseos y las construcciones más cercanas». Sanjaime lamenta las cuantiosas pérdidas económicas que va a suponer esta decisión. «Lo que no vamos a permitir es el ecologismo radical y salvaje que atente contra nuestros intereses», concluye.