El presidente de la Asociación Empresarial de Alzira (AEA), Raúl Tudela, aprovechó ayer la gala de clausura de la XII Setmana de l'Economia para emplazar al gobierno municipal a que, de forma urgente, firme los convenios de colaboración necesarios para aplicar en los polígonos de la ciudad la nueva ley de áreas industriales ya que, según dijo, «históricamente han estado totalmente olvidados». Los empresarios ven en esta nueva ley una herramienta para garantizar inversiones en los polígonos, a través de una gestión mixta, que ayudarían a mejorar la competitividad de las empresas radicadas en ellos.
La petición de la patronal para sacar del olvido los polígonos no cayó en saco roto y la teniente de alcalde Sara Garés, que intervino en representación del ayuntamiento, también reivindicó la creación de la Entidad de Gestión y Modernización de las áreas industriales, entre otras necesidades estructurales.
No fue la única coincidencia de una gala que contó con la presencia del conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, y del presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y vicepresidente de la CEOE, Salvador Navarro, y en la que se rindió homenaje a tres empresas alcireñas con una larga trayectoria: Bernia Forn i Pastisseria, Gráficas San Bernardo y Electricidad Gallardo.
Patronal y ayuntamiento coincidieron en reivindicar, una vez más, una conexión directa de Alzira con la AP-7 a través de la carretera de Albalat, especialmente una vez se ha liberado la autopista. «Espero que la Administración esté trabajando en esta línea y nos haga partícipes para intentar, después de no recuerdo cuántos años, ver realizado este proyecto que afecta directamente a nuestra industria, pymes o empresas de servicios tanto en la zona industrial más consolidada como en el resto de los once polígonos», expuso Tudela.
El presidente de la AEA trató en su intervención las demandas de cada uno de los sectores empresariales y, por lo que respecta al comercio, asumió que se han producido grandes cambios en los hábitos de consumo aunque, junto al reciclaje de los profesionales, reivindicó que «se necesita una clara política municipal con campañas unificadas, consensuadas y potentes». Raúl Tudela también aludió a la aplicación de la ordenanza de terrazas de bares que, tras un período transitorio de adaptación, se aplicará a partir de abril a todos los establecimientos. «La hostelería comprende la realidad de la convivencia necesaria con la sociedad y siempre está dispuesta a encontrar soluciones, pero teniendo en cuenta la gran diversidad y las peculiaridades existentes», comentó, mientras reivindicaba que los hosteleros son «parte fundamental» del sector turístico y subrayó la necesidad de explotar el proyecto que, en este ámbito, presentó la AEA hace un par de años. Los empresarios consideran que en la medida que se potencie la vertiente turística se hará más fuerte el tejido comercial.
Sara Garés, por su parte, reivindicó como objetivos básicos del gobierno municipal «dar respuesta a las necesidades sociales y fomentar el empleo y la formación de personas desocupadas», así como ayudar a desarrollar los sectores económicos de la ciudad. La responsable de Urbanismo destacó que los atractivos industriales, patrimoniales, culturales, turísticos y comerciales «son la base exponencial de nuestra capacidad de crecimiento», aunque advirtió de que hay que seguir reivindicando «una mejor financiación y unas partidas presupuestarias estatales y autonómicas que refuercen las inversiones y acaben con los déficits en infraestructuras viarias y de comunicación». Entre otros aspectos, defendió que «el patrimonio local debe ser el motor del desarrollo económico, turístico y social».
