El Ayuntamiento de Algemesí fue clausurado ayer. No abrió al público. La razón tiene su origen en la detección de un contagio en uno de los bares frecuentados por los funcionarios y políticos locales. Por pura prevención, el departamento de Salud Pública aconsejó a las autoridades locales que cerrasen la casa consistorial al menos ayer viernes para dar tiempo a que se conocieran los resultados de las pruebas PCR que se han practicado a los contactos más cercanos del trabajador de la Tasca La Posada, entre ellos empleados y concejales del consistorio. La alcaldesa, Marta Trenzano, pidió ayer «empatía y paciencia» a la ciudadanía. «El virus continúa estando ahí, no lo hemos vencido todavía», subrayó para reclamar comprensión y responsabilidad al vecindario.

El bar afectado cerró sus puertas el jueves tras conocerse el positivo de uno de sus empleados. Toda la plantilla del local, enclavado en la Plaça Major, a apenas unos metros del ayuntamiento, permanecerá aislada hasta que se se conozcan los resultados de los análisis. Los dueños del negocio han solicitado «el máximo respeto para la persona afectada, su familia y para el resto de trabajadores de la tasca, como ayer avanzó este periódico.

El cierre afecta solo a la casa consistorial. El resto de edificios públicos abrieron ayer, ya que los empleados de esas otras dependencias no suelen acudir a tomarse un café o a desayunar a La Posada. La alcaldesa confía que, si las pruebas de diagnóstico a las que se ha sometido a los funcionarios son negativas, el ayuntamiento pueda recuperar la plena normalidad «el lnes o martes de la semana que viene».

El ayuntamiento de Algemesí es el tercero que se clausura en la comarca a consecuencia del coronavirus. El de Sueca fue el primero en cerrar sus puertas al detectarse que una empleada había sido contagiada. Ya ha reabierto, al igual que el de Càrcer, que también se cerró por prevención.