La anulación de reservas hacía presagiar en Cullera unas cifras muy malas de ocupación turística en julio. El golpe ha sido duro, pero no tan fuerte como se pronosticaba. Finalmente se ha situado en cifras cercanas al 50 %, según los datos facilitados por las empresas de alojamiento. Aunque el dato representa casi una caída de 30 puntos respecto al mismo mes del año anterior, la Concejalía de Turismo lo considera un porcentaje «esperanzador» y da ánimos respecto a lo que puede suceder en agosto.

Los hoteles han registrado un 40 % de ocupación, prácticamente la mitad que el año pasado. Algo mejor les ha ido a hostales, apartahoteles y pensiones con cifras de prácticamente el 50%. Los pisos de alquiler han llegado al 40% y en el camping los bungalows han tenido cifras próximas al 80% de ocupación.

Julio ha sido muy desigual. La actividad se concentraba los fines de semana, en los que se volvían a registrar colas de tráfico en los accesos a Cullera. Respecto al mes de agosto, se espera que Cullera siga manteniendo el índice de ocupación por encima de las expectativas y termine este verano «de transición» con una caída menor de la esperada.

Visitas al castillo

Los datos de visitas al castillo, el monumento más emblemático de la ciudad, también son muy reveladores. Si en julio del año pasado la fortaleza recibió 3.800 visitantes, este año han sido 2.200, un 40 % menos, aunque se llegó a pensar que los visitantes serían reacios a acercarse a espacios cerrados como son los museos o monumentos.

La concejala Débora Marí prefiere destacar que el retroceso es menor de lo esperado. «Demuestra que estamos aguantando mejor el tirón gracias a nuestras ventajas competitivas», sostiene para argumentar después: «Hace dos meses ni siquiera sabíamos si la gente podría visitarnos. Que en las actuales circunstancias estemos hablando de una ocupación que supera ampliamente el 40 % es sintomático de que todos hemos hecho las cosas bien para afrontar una crisis que amenazaba con un verano sin turistas».

«El esfuerzo promocional de este año ha sido mayor», añade la concejala. «La campaña 'Un verano como los de antes' ha transmitido el mensaje de que en Cullera se puede disfrutar de las pequeñas grandes cosas de la vida, como dar un paseo por la playa, tomarse algo en una terracita o reencontrarse con los viejos amigos y además hacerlo con seguridad», detalla Marí.