La aventura de los dos becerros fugados de una ganadería de Alfarp concluyó en la tarde de ayer, tres días y medio después de que se escaparan del corral, tras incorporarse al dispositivo para recuperarlos un helicóptero de la Guardia Civil y tres patrullas del cuartel de Llombai, además de la Policía Local de Alfarp, el Seprona, personal de la granja y algunos voluntarios, entre ellos, el anterior mayoral de la ganadería.

Con todo, fue un vecino el que alertó a través del Centro de Emergencias de su ubicación junto al Camí Alginet sobre las 15 horas. El agente de la Policía Local se desplazó a comprobar el aviso y los localizó en un campo de caquis próximo a un corral de cabras y a escasos 400 metros de la explotación ganadera de la que se escaparon el lunes por la mañana, junto a una tercera res que pudo ser recuperada esa misma tarde. Las fuerzas de seguridad movilizadas y los voluntarios crearon un cerco con el apoyo aéreo del helicóptero mientras los pastores conducían a los dos becerros, un macho y una hembra, hacia el corral. La operación se prolongó por espacio de hora y media, según relató el agente de la Policía Local de Alfarp, que desde el lunes ha participado intensamente en la búsqueda de los animales. «Se han ido moviendo por los campos y ahí es difícil encontrarlos. Por la mañana habíamos estado una patrulla de la Guardia Civil y yo dando vueltas y no los hemos visto», relató el agente, mientras apuntaba que los animales, más que embestir, al verse rodeados lo que hacían era huir y el personal de la ganadería había contribuido a conducir esa huida hacia la granja, por lo que no se habían producido situaciones de riesgo. Con todo, indicó que había cruzado el coche en uno de los caminos para cortar una posible huida de las reses.

El dispositivo permitió devolver al corral primero uno de los becerros y, media hora después, al segundo. Los pastores habían advertido de que, al tratarse de animales jóvenes, no suelen irse demasiado lejos de la granja, si bien la presencia de curiosos o el propio dispositivo de búsqueda, podía propiciar que se alejaran. Con todo, fue a primera hora de la tarde, en unos momentos de mayor tranquilidad en los caminos, cuando se habían dejado ver de nuevo. No es la primera vez que se escapan animales de esta granja que, como ayer adelantó en exclusiva Levante-EMV, carece de licencia de actividad, lo que ha provocado una resolución municipal que ordena su clausura.