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El jabalí provoca más daños al comerse ahora las naranjas y caquis del árbol

La merma de fruta se une a los problemas que causan en raíces y sistemas de riego por goteo

Marcos Alós muestra naranjas comidas por jabalíes.

La sobrepoblación de jabalíes en las montañas de la Ribera ya no sólo provoca daños en los campos cuando los animales escarban las raíces de los árboles en busca de alimento; cuando rompen las instalaciones de riego por goteo en busca de agua o cuando provocan desprendimientos en los muros de piedra que delimitan muchas parcelas agrícolas al convertirlos en un paso habitual en sus idas y venidas nocturnas. Los jabalíes ya se «sirven» fruta directamente de los árboles para alimentarse, provocando en ocasiones la rotura de ramas al encaramarse a ellas para llegar a las piezas que, si bien no están a su altura, se esfuerzan por alcanzar.

Las clementinas y mandarinas más maduras que quedan en la falda de los árboles, las granadas y también los caquis se han incorporado a la dieta de estos omnívoros para desesperación de los agricultores, que ven con resignación que se les abre un nuevo frente. «Están haciendo mucho daño en las mandarinas tempranas, todas las naranjas que quedan a menos de un metro del suelo y están ya maduras, se las comen», relata Marcos Alós, presidente de la Sociedad de Cazadores de Sumacàrcer, que trabaja en la finca que una Sociedad Agraria de Transformación (SAT) explota en esta localidad.

Alós se ha acostumbrado a encontrar el pedúnculo de clementinas colgando con un parte de la corteza de piezas de fruta que han sido arrancadas del árbol. En el suelo, habitualmente, los restos de las naranjas, devoradas. Este agricultor de Sumacàrcer relata que, en el caso de las granadas, los jabalíes «también van a destajo».

La situación que Marcos Alós describe en Sumacàrcer no parece un caso aislado. El concejal Enrique Montalvá (PP) ya alertó del problema en el último pleno del Ayuntamiento de Alzira, al defender una propuesta de su grupo que pedía fomentar las esperas nocturnas y otras medidas encaminadas a controlar la población de jabalíes en el término municipal.

«En los últimos días hemos visto con estupor como los jabalíes detrozan las plantas de algunas variedades de caquis y naranjos para comerse los frutos, dando un aspecto dantesco a las plantaciones y generando una impotencia a los agricultores que ven como se les crea un grave inconveniente más a la larga lista de problemas que ya tiene el productor», expuso Montalvá, que alertó de que esta fauna salvaje ya no es sólo un problema que afecta a los campos más próximos a las montañas, sino que está presente también en parcelas de marjal y en la huerta. «Se ha aclimatado perfectamente a los diferentes escenarios», apostilló.

El vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, comentó a Levante-EMV que esta situación es consecuencia directa de la creciente población de jabalíes. «Como cada vez hay más, necesitan mucho más para comer y si hasta ahora sólo se comían la fruta que había caído al suelo, ahora también se alimentan de la que todavía está en el árbol», indicó Ferrer, mientras señalaba que esta circunstancia que con anterioridad se podía ver de forma «esporádica» en las faldas de los árboles, en la actualidad se ve «con bastante contundencia».

Alós también apunta que se trata de una situación que va a más «de unos año hacia aquí». En su condición de presidente de la Sociedad de Cazadores de Sumacàrcer, Marcos Alós promoció el domingo una batida en la que se caputuraron diez piezas.

Fomentar el consumo de la carne para hacer más atractiva la caza

La propuesta que el grupo popular en el Ayuntamiento de Alzira elevó al último pleno para fomentar la caza del jabalí en el término municipal -que fue rechazada por la coalición de gobierno al considerar que una de las vertientes del convenio firmado con la Sociedad de Cazadores contempla que los aficionados ejerzan esa labor de control de la población- planteaba entre otras alternativas que el consistorio financiara una infraestructura que pueda facilitar un mayor consumo de la carne de jabalí bien por los propios cazadores o en comedores sociales. El concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Pep Carreres, admitió que aunque en Alzira y los municipios del entorno no existe un hábito generalizado de consumirla, se trata de una carne que «bien cocinada es buena» y que si se potencia una oferta gastronómica puede generar una demanda que aumentaría el interés por la caza de jabalíes al incorporar un factor económico. «Es una idea que se puede estudiar, puede aumentar el interés o se puede utilizar la carne en comedores de tipo asistencial, estamos abiertos a todo lo que sea mejorar el convenoi firmado con la sociedad de cazadores», comentó Carreres, que rechaz que el ayuntamiento haya permanecido inactivo frente a este problema. pascual fandos alzira


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