La lluvia es beneficiosa para la agricultura. La nieve supone una oportunidad de ocio. Pero el viento es un fenómeno atmosférico que, casi siempre, se salda con daños. Las rachas registradas ayer, por encima de los 100 km/h, dejaron un reguero de desperfectos e incidencias.En l’Alcúdia avivó un incendio extinguido por los bomberos.

En Llaurí se produjeron daños en el polideportivo municipal. En Benicull la caída de árboles y de un muro ocuparon a la policía y los operarios municipales. Los bomberos acudieron al polígono Juan Carlos I de Almussafes para retirar planchas metálcias de una nave industrial que amenazaban con desprenderse. La brigada municipal también subsanó numerosos desperfectos. Los árboles y palmeras también resultaron problemáticos tanto en Cullera como Sueca. De camino a la primera de ellas, además, el viento tumbó un camión, que generó grandes retenciones en el tráfico en la antigua carretera N-332 (y no menos asombro entre los conductores que por allí circulaban).

Muchos municipios optaron por cerrar parques o cementerios, dos de los espacios públicos con más árboles y que, por ende, suponen un riesgo mayor en días de fuerte viento. Sin ir más lejos, Alzira optó por clausurar al paraje natural de la Murtay la Casella. La policía de Carlet tambié tuvo una mañana ocupada debido a la caída de árboles, incluso encima de vehículos.

El registro de viento más alto, según la Asociación Valenciana de Meteorología, se localizó en la Muntanyeta dels Sants (Sueca), donde se alcanzaron los 119 km/h. En la estación de Benimodo las rachas llegaron a 111 km/h. En El Perelló se registraron 108 mientras que en el Mareny de Barraquetes, 103. En Carlet, el viento llegó a 100 km/h. Se superaron los 90 en Catadau (98), Benifaió (97), Cullera (96), Alzira (95), Sollana (94), Montserrat (93), Alfarp (92, y Favara (92). No es de extrañar que se tradujese en problemas con el arbolado, las antenas televisivas, de caída de muros y otros tantos desperfectos en el mobiliario urbano ocasionados por el viento.